No ha pasado ni un día desde que la primera vicepresidenta en la historia de Estados Unidos asumió su rol, cuando se entera de lo que es el “mayor de los secretos en la historia de la nación”.

Resulta que aparte de sus funciones oficiales, Natalie Maccabee (Sharon Stone), está a cargo de una labor extra: un agente secreto. Se trata de John Case (Jeff Hephner), un especialista en seguridad a quien la vicepresidenta puede acudir cada vez que haya algún problema importante que canales oficiales como la CIA o el FBI no puedan solucionar.

Esto no lo sabe nadie más que quien tiene el cargo de vicepresidente, el misterioso agente y quien de buenas a primeras parece simplemente ser el mayordomo de la residencia oficial de la segunda persona más poderosa de ese país, Malcom Millar, quien es interpretado por Gerald McRaney.

Obviamente, este especialista en seguridad es un misterio en sí mismo, pero es también altamente efectivo y preocupado por el bienestar de su país y de sus ciudadanos, sin importar el costo personal que cumplir sus misiones tenga para él.

Con este proyecto, la actriz de Bajos Instintos es la última estrella de cine en tentarse con lo que puede ofrecer la pantalla chica, como han hecho Kevin Spacey, Glenn Close y más. Sobre su interés en hacer televisión, Stone, quien también es productora ejecutiva del programa, comentó a The Wrap: "Creo que la televisión tiene más que ofrecer ahora. Los buenos papeles en las películas son cada vez menos comunes porque los estudios tienen cada vez menos entendimiento de cómo llevar a la gente al cine".

Intrigas y acción

La serie fue creada por W. Blake Herron, co-guionista de Identidad desconocida (2002), la primera parte de la saga Bourne, y tiene una alta cuota de acción, espionaje e intrigas internacionales.

El problema de tener a este agente a su disposición, es que Maccabee -quien tiene sus propios demonios- debe tomar sus propias decisiones  sobre las acciones a seguir en cada complejo caso. Y no se tratan de temas menores. Por ejemplo, en los primeros capítulos aparecen problemas entre Rusia y Estados Unidos o el robo de poderosísimas armas por parte de extremistas chechenos, que finalmente podrían venderse al mejor postor.