Autores de Freakonomics llevan su best seller a la pantalla grande
Con un presupuesto de US$ 3 millones, Steve Levitt y Stephen Dubner crearon "Freakeconomics, the movie". Seis directores relatan en cuatro historias cómo los incentivos mueven al hombre.

Luchadores de sumo corruptos y profesores que ayudan a sus alumnos a pasar pruebas fraudulentamente se convirtieron rápidamente en los "personajes" más populares del súperventas Freakonomics, publicado en 2005. Con más de cuatro millones de copias vendidas, el momento llegó para que esta trama, que intenta explicar cómo los incentivos mueven al hombre y son uno de los pilares fundamentales de la economía, fuera llevada a la pantalla grande.
Desde principios de este mes el libro lanzado por el economista Steven Levitt, de la Universidad de Chicago, y por el periodista Stephen Dubner, del New York Times, se puede ver en cines en Estados Unidos, y también a través de iTunes en todo el mundo.
Tal fue el éxito alcanzado por el libro, que ya es saga. Aparte de la película, el año pasado los autores lanzaron SuperFreakonomics, donde aplican el análisis económico en aún más campos donde su uso se consideraría improbable, desde soluciones al calentamiento global y los huracanes, a qué silla para guaguas es más segura para utilizar en automóviles.
Filmada en cuatro capítulos (el libro tiene seis) por seis realizadores premiados, Freakonomics ha recibido críticas que van desde los adjetivos "fascinante", de Bloomberg, y "jocosa" del New York Times, a la fría evaluación de Reuters, que no ve en el film tanto peso como el libro.
Con un presupuesto de US$ 3,1 millones, en su primer fin de semana el documental recaudó casi US$ 32.000, más de 100 veces menos que Avatar (2009), que en cuyo primer fin de semana vendió US$ 4 millones. Claro que sobre un costo de realización de US$ 237 millones y orientada a otro público.
DE ENGAÑOS Y NOMBRES
El concepto de Freakonomics está basado primordialmente en el trabajo de Gary Becker, premio Nobel de Economía en 1992, y profesor de esa disciplina en Chicago. Becker fue pionero en aplicar el análisis económico a una variedad de problemáticas, como el crimen, el matrimonio y las drogas.
Levitt, con sólo 43 años, es un fiel discípulo y uno de sus trabajos con ese método, "El impacto de la legalización del aborto en el crimen", está tratado también en el primer libro.
Pero ha sido el relato sobre los luchadores de sumo lo que ha generado más atención. Levitt, en trabajos académicos y luego en el primer capítulo del libro, explica los incentivos que éstos tienen para coludirse e impedir que otros integrantes de su cerrado círculo queden descalificados del campeonato. Todo, revisando con mucho cuidado y gran sofisticación las estadísticas apropiadas.
"Cuando hay un incentivo al engaño, un pequeño porcentaje de la gente siempre lo hará", dice Dubner en la película.
Luego, entender cuáles son esos incentivos, contribuye a anticipar el comportamiento de las personas, explica Levitt, lo cual a su vez es clave, por ejemplo, al analizar la tendencia de un mercado.
LOS CUATRO CAPÍTULOS
En el documental, el capítulo dedicado a esta parte está a cargo de Alex Gibney, quien en 2003 llevó al cine Enron: The Smartest Guys in the Room, película de igual nombre que el libro de la periodista de Forbes que destapó el caso.
En Estados Unidos, llamarse Jamal o David tiene gran relevancia en el medio socioeconómico en que se moverá en su vida quien lleve uno u otro; el primero es popular en la comunidad afroamericana, mientras que el segundo es esencialemente blanco.
Cómo llevar a la pantalla grande temas como "los patrones socioeconómicos de ponerle nombre a un niño", es un problema que se le encargó a Morgan Spurlock, director de Super Size Me.
El director mira a la efectiva relación que hay entre los nombres en la comunidad negra y la brecha económica de ésta en relación a la comunidad blanca de Estados Unidos.
En tanto, Heidi Ewing y Rachel Grady, creadores de un polémico documental sobre la comunidad evangélica americana, Jesus Camp, se hacen cargo del tema de la educación tratado en Freakonomics, y donde nuevamente los incentivos son esenciales. En el libro, uno de los capítulos se llama "Los imperceptibles efectos de una buena paternidad en la educación".
La película muestra, en cambio, una primaria de Chicago, donde los estudiantes son premiados con un pequeño incentivo financiero por cada buena nota que obtengan.
La imagen de un adolescente bajándose de una limusina y exclamando lleno de felicidad "Sólo me voy a sacar Aes… Yeah! [A es la nota máxima en EEUU]" es decidora.
El trabajo de Levitt sobre el aborto y el crimen está desarrollado por el director Eugene Jarecki, famoso por su documental Why We Fight, sobre la industria militar americana.
El cineasta muestra la significativa caída que tuvo la incidencia del crimen en las áreas urbanas de Estados Unidos desde la década de los 90, la cual coincidiría con la legalización del aborto una generación antes, en los 70.
Se argumenta que detener un parto no deseado está asociado positivamente a la reducción de las tasas de criminalidad.
El sexto director en el proyecto es Seth Gordon, encargado de la introducción y transiciones entre capítulos, y realizador previamente de The King of Kong, una premiada cinta sobre jugadores de "flipper".
Freakonomics se está estrenando todas las semanas en diferentes ciudades estadounidenses. Su calificación es para mayores de 13 años, pues contiene elementos de violencia, sexualidad y desnudos, drogas y algún uso de lenguaje soez.
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