Histórico

Brasil, un verdadero Patrimonio de la Humanidad

Las diferentes riquezas culturales y naturales prometen ser uno de los grandes atractivos turísticos para quienes visiten el país en el marco de  la próxima Copa del Mundo.

Dieciocho sitios en Brasil han sido nombrados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, un título que destaca aquellos lugares del planeta que dada su relevancia natural y cultural son considerados de interés para toda la comunidad internacional, y por ello son preservados para las futuras generaciones.

Para Brasil, contar con estos lugares, distribuidos en sus diferentes ciudades, es un verdadero privilegio, ya que muchas serán sedes de la próxima Copa del Mundo FIFA 2014. Así, estas riquezas se transformarán en uno de los grandes polos de atracción turística durante la competencia deportiva, la cual proyecta recibir a 600.000 turistas extranjeros, según estimaciones del gobierno brasileño.

El caso más emblemático y llamativo es el de Brasilia. En 1985, la ciudad en su totalidad alcanzó el rango de Patrimonio Cultural de la Humanidad, convirtiéndose así en la primera y única urbe del mundo construida durante el siglo XX en ser distinguida bajo este título. Un reconocimiento excepcional para una ciudad nacida de la visión y del talento de sus dos máximos creadores: el urbanista Lucio Costa y el arquitecto Oscar Niemeyer.

Porto Alegre será otra de las sedes mundialistas y el punto de partida ideal para iniciar el recorrido por los diferentes patrimonios del país. Allí, el turista podrá conocer el área de las Misiones Jesuíticas de los siglos XVII y XVIII, construcciones que dan testimonio de la historia cultural y religiosa de América del Sur y que desde la década del 80 son consideradas Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Belo Horizonte, ciudad que también será anfitriona del próximo Mundial de 2014, ofrece al visitante la posibilidad de recorrer la deslumbrante ciudad histórica de Ouro Preto, antiguo centro de la exploración de oro en Brasil, que aún conserva el esplendor de sus tiempos de bonanza. Iglesias, puentes, fuentes y esculturas barrocas, sorprenden al turista cuando recorre este Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Pero si hablamos de lugares históricos no podemos dejar de lado Olinda. Esta ciudad, emplazada en el área metropolitana de Recife -otra de las 12 sedes de la Copa del Mundo-, cuenta con uno de los centros históricos mejor conservados del país, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982. Un lugar que invita al turista a ser testigo de una historia de inmigraciones sucesivas, en las que cada cultura dejó su huella sin alterar el encantador paisaje colonial de sus calles.

Algo similar ocurre con el centro de Salvador, la capital de Bahía, también designada sede para la gran cita deportiva. Con influencias africanas, amerindias y europeas, es, sin duda, la ciudad más étnica de todo Brasil. Su casco histórico fue elevado a la categoría de Patrimonio de la Humanidad en 1985 y es uno de los barrios más mágicos del continente, así como también, escenario del famoso "carnaval blanco" de Bahía.

LAS RIQUEZAS NATURALES DE LAS SEDES MUNDIALISTAS
El listado de riquezas naturales de Brasil es tan extenso como sus íconos culturales. El Parque Nacional do Iguaçu, accesible desde la sede mundialista de Curitiba, es considerado uno de los lugares más hermosos del planeta, destacando sus por cataratas gigantescas y ríos indómitos.

Además de su entorno subtropical, este Patrimonio de la Humanidad alberga numerosas especies exóticas de flora y fauna, cuya preservación fue uno de los objetivos básicos en la decisión de la Unesco para declararlo área protegida.

El estado de Sao Paulo, en tanto, otro que será sede de la Copa del Mundo, comparte con sus vecinos de Paraná las Reservas de Mata Atlántica del Sudeste, uno de los mejores y más vastos ejemplos de bosque atlántico brasileño, con 470.000 hectáreas de verde intenso y una diversidad biológica que termina desembocando en el océano. Protegido por la Unesco desde 1999, sus montañas cubiertas de vegetación, sus pantanos y sus islas costeras alcanzan una belleza incomparable.

Los interesados en la ecología no pueden dejar de visitar el Parque Nacional do Pantanal y el Parque Nacional do Jaú, dos Patrimonios de la Humanidad a los que se puede acceder fácilmente desde las sedes mundialistas de Cuiabá y Manaus. El primero, ubicado en pleno Mato Grosso, es uno de los ecosistemas húmedos más grandes del mundo y una verdadera reserva de vegetación y fauna. El segundo, en tanto, posee más de seis millones de hectáreas y es una de las regiones del planeta de mayor biodiversidad.

Lejos de la selva amazónica, en medio del océano y frente a las costas de la sede del mundial de Recife, se encuentran las reservas de Fernando de Noronha y el Atol das Rocas. Ambas localizadas sobre dos archipiélagos, constituyen una reserva natural, ya que sus aguas ricas en nutrientes son fuente de alimentación para muchas especies marinas, incluyendo mamíferos y tortugas de mar.

Junto a todos estos destinos se encuentra Río de Janeiro, ciudad que fue nombrada, en julio pasado, Patrimonio Mundial de la Humanidad en la categoría Paisaje Cultural Urbano. De esta manera, se convirtió en el primer lugar urbano del mundo en recibir este título, mediante el voto unánime de los 21 países que participan en la sesión del Comité del Patrimonio Mundial.

Río de Janeiro, apodada "ciudad maravillosa", será también una de las 12 sedes del Mundial de 2014 y la ciudad anfitriona de los próximos Juegos Olímpicos de 2016. En junio pasado, fue escenario también de la cumbre de Naciones Unidas "Río+20".

Éstas y muchas otras áreas declaradas Patrimonio de la Humanidad son una demostración más de la riqueza natural y cultural que Brasil que ofrecerá al turista que visite el país durante la Copa del Mundo de 2014.

⚡OFERTA ESPECIAL CYBER⚡

PLAN DIGITAL desde $990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE

VIDEOS

Servicios