La Casa Blanca se vio obligada hoy a reiterar una vez más que el Presidente Barack Obama es "cristiano", después de que una encuesta demostrara que uno de cada cinco estadounidenses piensa que es musulmán, pero un portavoz recalcó a la par que la prioridad del mandatario "no es demostrar su devoción".

"Obviamente, el Presidente es cristiano (...) y su fe es muy importante para él", dijo el portavoz adjunto de Obama Bill Burton.

El mandatario "reza cada día. Se comunica con su asesor religioso cada día. Hay un grupo de pastores a los que consulta de forma regular. Su fe es algo muy importante para él, pero no es algo que sea un tema de conversación todos y cada uno de los días", agregó en el avión que llevó a la familia presidencial a sus vacaciones de diez días en el resort de Martha's Vineyard, Massachussetts.

Sus declaraciones se producen en reacción a una nueva encuesta dada a conocer la pasada noche por Gallup según la cual casi uno de cada cinco estadounidenses (el 18 por ciento) cree que Obama es musulmán, frente al 11 por ciento que así opinaba en marzo.

De acuerdo con Gallup, esta visión se acentúa aún más entre sus oponentes: hasta un tercio de los republicanos conservadores dijeron que Obama es un musulmán, una creencia que, añadió la encuestadora, coincide ampliamente con aquellos que critican su gestión, mientras que la mayoría de los que la aprueban creen a la par que es cristiano.

Burton no descartó que Obama vuelva a hablar de su fe en los próximos tiempos, aunque dejó claro que no es una prioridad para el presidente.

"Ha hablado extensamente de su fe en el pasado y se puede apostar por que lo hará de nuevo. Siempre se puede hablar del 'debería', del 'podría', pero la principal prioridad del presidente no es demostrarle a los estadounideses cuán devoto cristiano es, sino asegurarse de que estamos recomponiendo la economía y creando trabajos en este país", zanjó Burton.

Ante la pregunta de si a Obama le frustra que tantos estadounidenses sigan creyendo que es musulmán -al igual que el alto número de oponentes que afirman que no nació en Estados Unidos y que por tanto no debería ser presidente, pese a que la Casa Blanca hizo público su certificado de nacimiento- Burton advirtió en contra de "extrapolar demasiado de una encuesta, un día y sólo una de sus preguntas".

Sin embargo, el hecho es que este último sondeo ocupaba este jueves buena parte del interés mediático de Estados Unidos.

El motivo es que fue dado a conocer en medio del agitado debate por la propuesta de construir una mezquita -en el marco de un centro islámico- cerca de la Zona Cero de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, que se vio más avivado aún por el respaldo implícito que le dio el propio Obama al afirmar la semana pasada que es una expresión religiosa "constitucionalmente protegida".

Otra encuesta de Gallup publicada la víspera señalaba que el 32 por ciento de los estadounidenses "desaprueban fuertemente" los comentarios de Obama -pese a que posteriormente dijera que no quería entrar a debatir sobre la "conveniencia" de la construcción de la mezquita- frente a sólo un 16 por ciento que respaldan decididamente sus comentarios.

Medios estadounidenses destacaron en los pasados días la intención del opositor Partido Republicano de utilizar este debate con fines electoralistas, con la mira puesta en los comicios de medio término de noviembre donde se renovará toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

De hecho, numerosos líderes republicanos ya se han pronunciado - para criticar a Obama- en torno a este tema.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la influyente demócrata Nancy Pelosi, denunció el miércoles esta situación, al afirmar en la emisora KCBS que "no cabe duda alguna de que hay un esfuerzo concertado de algunos para hacer de esto una cuestión política".