Ciertos cuidados ayudan a evitar las puntas partidas
Más allá de las características de cada persona, los cuidados capilares diarios determinan la aparición de puntas dañadas.
Las puntas partidas son uno de los peores daños capilares, pero lamentablemente el más común. Y aunque existen muchos productos que ayudan a controlar su aparición, muchas veces lo único que queda por hacer es cortar el pelo para deshacerse de ellas.
Existen algunos productos que pueden tratar temporalmente las puntas partidas, sellando las puntas del pelo y cubriéndolas, pero sólo basta lavar el cabello o peinarlo y éstas aparecerán nuevamente. En tanto, los tratamientos de acondicionamiento intensivo ayudan a reconstruir el pelo partido, pero se trata sólo de una solución temporal.
Es por eso que la solución más efectiva es evitarlas. Y es que en el pelo de algunas personas las puntas se parten más rápido que en otras, especialmente quienes tienen un cabello más seco.
Sin embargo, esto dependerá más del cuidado capilar que se tenga diariamente.
Cepillar demasiado el pelo acelera, por ejemplo, la aparición de puntas partidas, al igual que peinarse muy fuerte, dado que esto afecta a la cutícula del cabello. Lo mismo que cepillar el pelo cuando está mojado, ya que éste se estira hasta en un 25% más.
Teñir el cabello o hacerse peinados permanentes lo vuelve más débil y vulnerable a las puntas dañadas. Por lo que este tipo de cabello requiere de un cuidado extra y debería ser tratado con productos adecuados, además de usar mucho acondicionador y peinarlo antes de lavarlo.
En tanto, secar el pelo con una toalla no es bueno para evitar las puntas partidas. Es preciso entonces estirar el cabello primero con mucho cuidado y luego peinarlo con una peineta que tenga dientes grandes. Y, por supuesto, evitar en lo posible el uso de un secador de pelo, ya que el calor lo seca aún más.
Es recomendable también evitar el uso de bandas elásticas y accesorios que puedan dañar el pelo, ya que lo único que hacen es tirarlo y apretarlo.
Por último, es necesario comprender que la salud general y la alimentación también influyen en el pelo, por lo que una dieta baja en grasa o un cuero cabelludo seco hacen más vulnerable a la salud capilar.
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