LA TERCERA comenta el "arriesgado paso que dio la Corte de Apelaciones de Santiago en el caso farmacias", que determinó que éste debe abordarlo un juicio oral. Rechazó, así, un acuerdo previo alcanzado entre la fiscalía y las defensas de los ejecutivos involucrados en la supuesta colusión. El lector Carlos Marinovic coincide con el diario en cuanto a los riesgos del paso judicial, pero agrega que el acuerdo logrado entre la fiscalía y los abogados defensores en el mes de julio, no satisfizo las expectativas de la comunidad, que fue finalmente la parte afectada por un supuesto manejo en los precios de medicamentos. El lector indica que "el acuerdo no implicaba reconocimiento de culpabilidad, establecía una multa de 255 millones de pesos y derivaba a los ejecutivos a un curso de ética empresarial. Desconozco si alcanzaron a asistir a la primera clase del mentado curso, pero pregunto: ¿sirve de algo recibir ex post facto unas lecciones de ética? Pienso que es imposible distinguir entre sinceridad real -esa que está al interior de cada uno- y la fingida, y aun cuando el curso de ética les hiciera ver que hubo una acción inapropiada ¿qué garantía habría de que los alumnos asumieran su error?".

En este espacio no corresponde comentar los fallos judiciales ni los acuerdos que se logran entres fiscales y abogados defensores. No existe mucha información sobre los beneficios de los cursos impuestos, pero las observaciones del lector Marinovic permiten recordar algunas consideraciones sobre ética en el ámbito de los negocios.

Muchas personas piensan que la ética al interior de la empresa se maneja como lo hacen los magos, con una "varita mágica", que hay que agitar para establecer ciertos parámetros de comportamiento y convertirlos en un compromiso laboral acogido por todo el personal. Es posible que un documento interno con disposiciones de conducta ayude a mejorar la imagen pública de la institución, pero la magia no resuelve el aspecto central, porque la ética no es -ni puede ser- un instrumento de negocio.

Lo esencial parece ser que el comportamiento ético no sólo sea bueno para la empresa, sino también para la sociedad. Y, visto así, hay que descubrir cómo se puede mejorar la acción de la empresa, para que el personal -y también los ejecutivos- se conviertan en mejores personas. El académico español Miguel Martínez Echevarría, que ha estudiado y publicado sobre ética en los negocios, apunta que el comportamiento ético brota de lo más hondo de la naturaleza humana, y que sólo tiene sentido para el que lo ha practicado desde pequeño.

Visitas nocturnas a Hugo Chávez

El lector Cristián Campos señala que fue inconveniente la publicación de una fotografía junto a la información titulada "Maduro confiesa que a veces duerme junto a la tumba de Chávez", que se publicó en La Tercera el pasado 10 de agosto. Señala que la fotografía muestra al mandatario venezolano (Nicolás Maduro) "abrazando a un pequeño niño, y utilizando una nariz postiza en su rostro, similar a las que emplean los payasos en sus actuaciones humorísticas". Agrega el lector que, aunque no simpatiza con Maduro, le parece que la publicación de esa fotografía "puede prestarse para interpretaciones no deseables en un artículo que intenta mantener un tono objetivo y, con mayor razón, cuando se refieren al máximo dirigente de una nación cercana a nuestro país".

La fotografía cuestionada por el lector fue captada durante el desarrollo del llamado "Diálogo Bolivariano", que se celebró en el barrio caraqueño "23 de Enero". Allí está el "Cuartel de la Montaña", y en él se encuentra la tumba de Hugo Chávez. Fue en ese lugar donde Maduro comentó que en algunas noches visitaba la tumba del ex presidente, para reflexionar junto al sepulcro. Luego, tomó al niño en brazos, y se puso la nariz de payaso. Todo ocurrió en el contexto de la ceremonia, de modo que la fotografía es parte de ella, y su publicación no tiene otro propósito que el meramente informativo.