Señor director:

En relación con la polémica generada por el supuesto avance en políticas de salud pública y superación de la pobreza logradas por el gobierno actual, quisiera aportar el siguiente comentario.  Más allá de la verificación o constancia de avances en estas materias, llama profundamente la atención el tenor malintencionado y descalificatorio con el que la Concertación, y especialmente el PS, a través de Andrade, pretenden quitar todo crédito al gobierno de Piñera.

La Concertación desnuda en su ofensiva política un nulo afán de bien común, a la vez que un ansia de retomar el poder. Su agresividad, estilo de oposición y propósito tienen un alto costo que genera en quienes no participamos de forma directa en la contingencia política, una desastrosa impresión, y aumenta su desprestigio.También llama la atención la casi cómplice reacción del gobierno ante las acusaciones difamatorias de las que es víctima.

Cada vez que alguien acusa a otro de mentir, como asegura la Concertación que sucede con las listas de espera Auge y la encuesta Casen, se entrega también la oportunidad de conocer la verdad y saber quién realmente está engañando. Más aun cuando las acusaciones son graves como ocurre en esta ocasión. Quién es acusado de mentiroso es forzado a responder y se vuelve responsable de demostrar que no lo es. No sólo eso, también tiene que exigir castigo o pena a quién pretende dañarlo con acusaciones falsas.

La reacción tibia del gobierno ante estas acusaciones deja lugar a la duda respecto de sus buenas noticias. Si un gobierno no defiende su trabajo y avance, la gente no será capaz de verlo. 

Rodrigo Moreno S.