¿De qué forma repercute en la salud el hacer o no la cama?

Según especialistas, dormir con sábanas y colchas ordenadas ayuda a conciliar mejor el sueño y a evitar el padecer tortícolis o insomnio. Aunque hay detractores.




Hacer la cama es una actividad que la mayoría de las personas realiza o evita a cualquier costa, una vez que se levanta. Ordenar el lugar donde se duerme, siempre se ha considerado como un mínimo para mantener el orden de la habitación o como la causa de un sinfín de regaños de nuestras madres. Sin embargo, ¿cómo podría afectar a la salud el hacer o no esta tarea doméstica?

Las perspectivas dentro del ámbito médico se dividen. Una arista asegura que dormir sobre una superficie con arrugas y desordenada, genera puntos de presión en diferentes partes de la espalda que pueden provocar contracturas. José Santos, secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, señaló al diario El Mundo que entre los riesgos están la "cervicalgia, tortícolis... incluso puedes llegar a levantarte mareado o sentir que no has dormido lo suficiente".

El dormir cambiando constantemente de postura, asimismo, imposibilitaría alcanzar el perfecto reposo. "También corres riesgo de desarroparte, lo que da lugar a enfriamientos", añade Santos. Esta creencia junto a la de expertos, asegura que hacer la cama también constituye un ejercicio de meditación consciente que "sirve para preparar los retos que vendrán a lo largo de la jornada".

Un mal descanso afecta a nuestra productividad día a día, generando un mal rendimiento en las distintas labores que se lleven a cabo y una disminución en el nivel de concentración respecto a lo que ocurra durante la jornada. Además, dormir en una cama desordenada podría fomentar que la persona despierte en mitad de la noche o que se produzcan pesadillas, como asevera el doctor Hernando Pérez, coordinador del Grupo de Sueño de la Sociedad Española de Neurología.

Pérez, también asegura que un cansancio prolongado en el tiempo, sólo puede ir de mal en peor. "La privación crónica de sueño puede, desde afectar al estado anímico, hasta causar enfermedades como la obesidad, la hipertensión o la diabetes".

En el ámbito psicológico, Sergio García, especialista en psicología clínica indicó que "realizar pequeños comportamientos automáticos sirve para reforzar la autoestima". Esto explicaría el porqué los padres mandan a sus hijos a hacer la cama desde pequeños. "De esta manera ganan autonomía. Es la primera responsabilidad que otorgamos a los menores", menciona García.

Ésta corriente que asegura los beneficios físicos y psicoemocionales de hacer la cama, sin embargo, choca con los especialistas que afirman que dejar la cama sin hacer es la mejor medida para que ácaros mueran. Un estudio realizado por la Universidad de Kingston en Londres, arrojó que ordenar la cama tras despertarse no es sano, pues propicia la generación de cultivos de acarinas.

Esta subclase de arácnidos sólo vive en ambientes húmedos y tibios. Dicho hábitat puede lograrse por el sudor del cuerpo al dormir, que se mantiene en las sábanas y almohada al momento de dejarlas. Los investigadores revelaron que el hecho de colocar perfectamente las sábanas y la colcha brinda el perfecto hogar para que estos seres aniden y extiendan su vida.

Lo anterior, puede hacer que la persona expuesta a los ácaros sufra de asma, dermatitis, diferentes alergias respiratorias, fiebre de heno crónica e inclusive insomnio. Datos obtenidos de ésta y otras investigaciones muestran que la cama hecha puede ser hogar de hasta 10 millones de ácaros.

Para evitar lo anterior, el doctor Stephen Pretlove y su equipo responsable del estudio, recomienda airear la ropa de cama durante todo el día con la ventana abierta y permitiendo que la habitación esté iluminada.

Con aire fresco y exposición al sol, los ácaros se deshidratan y automáticamente mueren.

Esta medida sería la única efectiva para acabar con los animales microscópicos, ya que

los productos de limpieza utilizados usualmente para eliminar plagas no tienen efecto sobre ellos.

Gracias a este descubrimiento, Pretlove menciona que se podría reducir la cantidad de dinero invertido en enfermedades como el asma a nivel mundial. En el caso de su país, el servicio de salud británico gasta más de un millón de dólares al año en el tratamientos de malestares ocasionados por ácaros.

Dentro del contraste entre ambos bandos, el contrario al estudio de la Universidad de Kingston, asegura que sólo se deben sacudir y ventilar las mantas antes de volver a hacer la cama. El único "pero" sería el tiempo tanto para esperar que las sábanas se ventilen (que Pretlove recomienda sea todo el día), como para ordenar la cama antes de comenzar la jornada.

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