Delia del Carril, la olvidada segunda esposa de Pablo Neruda que fue rescatada por el cine

La actriz argentina Mercedes Morán, que en la película Neruda interpreta a La Hormiguita, se refiere a su compatriota.




Algunos aseguran que el encuentro fue en un restaurante. Uno de aquellos que frecuentaba el grupo de intelectuales y artistas que vivían en España por los años 30. Pudo haber sido en la mítica Cervecería de Correos, de la calle Alcalá. Rafael Alberti dijo, más de una vez, que se la había presentado él en su terraza madrileña de la calle Marqués de Urquijo. Otros los colocan viéndose por primera vez en la casa de Carlos Morla Lynch, un diplomático chileno. Lo cierto es que hay un año exacto: 1934, una ciudad: Madrid, y un hombre y una mujer que no se separaron desde ese primer brazo posado en un hombro.

Delia Del Carril, la aristocrática argentina, fue la que reinó en el corazón de Pablo Neruda durante las décadas del 30 y 40. La Hormiguita -cariñoso apodo recibido por ser pequeña y laboriosa- fue su segunda mujer, la que lo refinó, le dio mundo y lo ayudó a ser el gran poeta que fue. Que es.

Otro encuentro

A varios años de distancia, y en otras circunstancias, ajenas al terreno amoroso, un chileno y una argentina se encontraron también. El cineasta Pablo Larraín y la actriz Mercedes Morán no se conocían. Él la había visto tal vez en La ciénaga o La niña santa de Lucrecia Martel. Ella había visto No. Pocos meses después Mercedes Morán era Delia del Carril en la película Neruda, estrenada el jueves en Chile y que hasta ayer llevaba 40 mil espectadores.

El filme transcurre  entre 1946 y 1948, y retrata el período en el que el poeta y senador  fue perseguido por Gabriel González Videla. Su época de clandestinidad. El trío protagonista es Neruda (Luis Gnecco), Delia (Morán) y un perseguidor, (Gael García Bernal).  “Antes de la película no sabía nada de Delia del Carril. Empecé a recibir y buscar  información y terminé enamorándome del personaje. Después, por cosas del destino, la escritora argentina María Fasce se enteró de que yo estaba por rodar la película y me hizo llegar su última novela, La mujer de Isla Negra. Fue muy importante a la hora de construir a Delia. Porque, no era una biografía, sino que ella hablaba de su vivencias, de sus costumbres, mucha cosa sensorial. Y, definitivamente, ya en rodaje, la mano de Pablo Larraín. Quería hacerle justicia a La Hormiguita, en cuanto a lo importante y lo trascendental que había sido en la vida de Neruda y la película la pinta muy bien”, dice la actriz.

Buscando a Delia

Delia del Carril nació en 1884, en Polvaredas, la estancia familiar en el partido de Saladillo, en la provincia de Buenos Aires. Su padre Víctor, era hijo de Salvador del Carril, ferviente unitario con una vasta carrera política y su madre Julia Iraeta Iturriaga, hija de un comerciante vasco. De los trece hijos del matrimonio, Delia era la más revoltosa. Su infancia la pasó en esa estancia en plena pampa. Institutrices primero y luego escuelas de monjas, tanto como los viajes de su aristócrata familia a Europa, fueron cultivando a la inquieta Delia. Y, luego, París. El campo, Buenos Aires y la Ciudad Luz fueron testigos de sus rebeldías.  Cómo lo fue su casamiento con el artista bohemio Adán Diehl. Duró sólo cuatro años.

El año 1929 la encuentra en París nuevamente. Descubre otro mundo, conoce a artistas e intelectuales e ingresa al Partido Comunista francés. Llegaba su gran transformación. “Fue una mujer  fascinante, muy adelantada para su época y al mismo tiempo muy invisibilizada. Para su propia familia fue una oveja negra, se divorció, era artista, pintora, comunista, tenía ideas que no les cerraban por ningún lado”, comenta Morán.

En 1934, en plena época republicana, llega a Madrid. Aquí es donde nació la intensa relación con Neruda. Él todavía estaba casado con Maruca (la holandesa María Antonieta Hagenaar). Delia tenía en ese momento 50 años, le llevaba unos 20 a Pablo. Son años convulsionados. Vuelven a Chile. Fiestas y reuniones, las puertas siempre abiertas para sus amigos. Luego viene la clandestinidad del poeta. Pero es en esta época donde Neruda completa Canto General. Se levantaba, escribía, tomaba su almuerzo y dormía su sagrada siesta. Delia tipeaba los poemas. Siempre junto con él.

Mercedes Morán lo explica así: “De las mujeres que tuvo el poeta, ella fue muy importante, lo constituyó bastante como la celebridad que fue, lo convirtió al comunismo y lo presentó a toda esta gente. Entonces, La Hormiguita financió al Partido, financió la vida de Neruda, los viajes, las excentricidades... Se enamoró del enorme artista que era Neruda, ella tenía una capacidad intelectual como para poder apreciarlo en toda su dimensión. Tuve la posibilidad de estar con mucha gente que la conoció, era una mujer muy, muy querida. Terminó en la pobreza, muy longeva, mantenida y ayudada por las amistades que tenían conciencia de lo que había sido y que la adoraban”.

Delia del Carril murió el domingo 13 de agosto de 1989, en su casa de Avenida Lynch Norte, en La Reina.  Era la residencia que Neruda había llamado “Michoacán”, en alusión a la región mexicana.  Delia tenía ciento cuatro años y era la misma casa donde ocurrió la separación definitiva de Neruda, en febrero de 1955.

Ese día hacía calor, estaban en el jardín, Pablo quería que Delia aceptara seguir siendo su mujer y que Matilde Urrutia quedara como su “querida”. Algo que La Hormiguita  jamás aceptó. Discutían. Algunos amigos estaban con ellos, tratando de interceder. Ella se fue ese mismo día. Tenía 70 años. Se sabía que el poeta tenía una amante desde hace años. Los malabares para ocultarse tuvieron una grieta. Cuando ella supo del engaño, no quiso verlo más. Pero, tampoco, nunca habló mal de Neruda, ni dio pormenores de suseparación, ni permitióque otros lo hicieran. Sobrevivió veintinueve años al poeta. Más que Matilde Urrutia.

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