En perfecto estado de conservación, trabajadores que realizan obras de remodelación en el mirador de la Virgen del Carmen, a los pies del morro de Arica, descubrieron tres momias de la cultura Chinchorro. Una de estas ellas se encuentra íntegra y son parte de un cementerio indígena donde habría centenares enterradas y cuya data de antigüedad sobrepasarían los 7 mil años. 

Meses atrás, a 50 metros del lugar, en calle Colón 10, fueron halladas casi más de 50 momias, situación que obligó al Consejo de Monumentos Nacionales a detener las obras de un hotel y cuyos terrenos fueron –posteriormente- adquiridos por la Universidad de Tarapacá, con el objetivo de construir un museo in situ, el que –se pretende- sea declarado patrimonio arqueológico de la humanidad.

Los restos óseos fueron encontrados por operarios de la empresa constructora Jorge Silva Pacheco, quienes trabajan en el programa Espacios Públicos Recuperación Mirador Virgen del Carmen, y que se ubican a un costado derecho de la gruta y a casi 200 del peñón histórico del Morro de Arica.

Según datos recopilados en el lugar, los trabajadores habrían sido advertidos por funcionarios del Consejo de Monumentos Nacionales de la XV Región, que según fueran excavando encontrarían cuerpos o momias. Ahora se pretende dejar una de éstas en el lugar y construir una especie de mausoleo de vidrio donde pueda ser observada por quienes llegan hasta el sitio.

Las osamentas corresponden al tipo de momias negras o rojas, y que ha diferencia de las de Egipto, fueron tratadas naturalmente. Estas presentan cubiertas de esteras de totora y tejidos de algodón de color marrón, propios de la zona. Se conoce que el sector es un santuario de momias y que generalmente quienes levantan o construyen muros, al excavar el terreno encuentran restos fósiles de huesos, los que pierden su interés histórico por la manipulación al cual son sometidos por la mano del hombre.