Histórico

Despertares

Fue una de las grandes películas del comienzo de la década del 90. Su director, Penny Marshall, plasmó con maestría la historia del médico Oliver Sacks,  a través de las interpretaciones de Robin Williams y Robert De Niro.  El guión cuenta los intentos por despertar a enfermos vegetativos crónicos a través de un revolucionario medicamento. Los resultados son sorprendentes, el L-Dopa logra que los pacientes comiencen poco a poco a despertar, un verdadero milagro de la medicina. Lamentablemente, los efectos del remedio fueron diluyéndose hasta experimentar un retroceso que devolvió a los enfermos hasta su estado original.

Lo ocurrido en el fútbol chileno y en la Selección, particularmente, tuvo algo de similitud a este hecho ocurrido en los Estados Unidos. Una actividad, que por años durmió en la mediocridad y los intentos fallidos, pudo a partir de una gran generación de jugadores y la mano de dos extraordinarios técnicos, despertar hacia el éxito. Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli, más allá de cualquier crítica en sus procedimientos, fueron ese medicamento necesario para lograr que nuestro balompié goce de buena salud. El plantel de profesionales que recibió ese tratamiento puso todo lo necesario para sanar a nuestro fútbol y los resultados fueron creciendo hasta alcanzar la clasificación a dos mundiales y el título de la Copa América.

Hoy se está en una nueva etapa del proceso sanador y lamentablemente comienzan a aparecer señales de retroceso. Algunos con el facilismo acostumbrado quieren depositar las culpas en el nuevo técnico que en este caso sería el médico, dejando de lado las responsabilidades de los jugadores como representantes del paciente que, en realidad, es el fútbol chileno. No estoy de acuerdo. Las culpas son compartidas. El bajo nivel mostrado frente a Bolivia obliga a una revisión de los procedimientos, pero en forma global. Algo está ocurriendo con un grupo de jugadores excepcional que mostró frente a los altiplánicos un rendimiento normal, cercano a lo mediocre. Lo hecho frente a Bolivia debe hacerlos replantearse actitudes y compromisos, no puede ser que los actuales campeones de América jueguen de esa manera.

Por otro lado, Juan Antonio Pizzi entenderá que la insistencia por algunos nombres no beneficia al desarrollo del proyecto. Aún se está muy a tiempo. Lo avanzado hasta aquí está intacto, el DESPERTAR histórico no se ha terminado. El L-dopa para Chile y su fútbol no fue más que la búsqueda de la convicción de que se podía ser grande. El convencimiento de que ganar era posible sigue ahí. Es obligación de la Selección y Pizzi mantenerlo. Ambos son responsables, jugadores y técnico, médico y paciente. Tal como en la película. Igual que  en la vida.

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