Dina Kuznetsova, soprano rusa: "Si una cantante no se prepara bien para Jenufa, puede terminar llorando o gritando"
La intérprete, con experiencia en el Bolshoi y el Met, protagoniza la ópera que el viernes inaugura la temporada del Municipal. La creación de Leoš Janáček es la historia de una mujer violentada por su grupo familiar y es dirigida por el argentino Jorge Lavelli.
La vida de la joven y pobre Jenufa casi podría ser una fábula cristiana de contornos martirológicos, pero al compositor checo Leoš Janáček (1854-1928) le interesaban menos los mártires del Evangelio que los héroes humanos. Humillada por su familia y pasada a llevar por su novio, la muchacha es un alma en pena que soporta estoicamente todos los embates posibles y aún así se mantiene en pie. Dependiendo del cristal con que se mire, "la ópera puede ser trágica o esperanzadora", dice la soprano rusa Dina Kuznetsova, quien desde el próximo viernes cantará el rol central de una de las obras maestras de Leoš Janáček en el Municipal.
Pieza de dramáticos ribetes argumentales y sugestiva música, Jenufa se presentó por única vez en Chile en 1998. Es apenas una de las dos óperas de Janáček que se dan en nuestro país además de Kát'a Kabanová, que en el 2014 inauguró la temporada, con puesta en escena de Pablo Larraín. Aquella vez la protagonista también fue la rusa Dina Kuznetsova, una intérprete que por afinidad natural tiene cercanía con el repertorio eslavo y que en 2015 cantó Rusalka, del también checo Antonín Dvořák. En todas las oportunidades ha sido dirigida musicalmente por el titular de la Filarmónica de Santiago, el ruso Konstantin Chudovsky, pero esta vez todo tiene un particular valor: será su debut en un título que quería hace años. Además, la dirección escénica del argentino Jorge Lavelli optará por una moderno minimalismo, con sólo una pared metálica y una cama como elementos decorativos.
"Estoy un poco nerviosa, porque hoy (el jueves) es la primera vez que los cantantes ensayamos con toda la orquesta. Sentimos todos los colores e inflexiones de la voz y de los instrumentos. Este tipo de presentaciones son la línea divisoria entre las preparaciones anteriores y las funciones en vivo", cuenta Kuznetsova, que ha cantado en varios de los centros líricos mundiales, entre ellos el Metropolitan de Nueva York, el Covent Garden de Londres y la Opera Estatal de Berlín. Ahora mismo viene de hacer Rodelinda de Handel en el Bolshoi de Moscú y a fin de año volverá con Kát'a Kabanová a la Opera de Nueva Zelanda.
¿Qué le gusta de Janáček?
Janáček es un gran dramaturgo. Tiene un gran sentido del teatro y llegó a estudiar científicamente cómo la gente se expresaba o cómo transmitía sus sentimientos. Por ejemplo, si alguien se vuelve muy emocional tiende a repetir las mismas frases y Janáček se encargó de musicalizar incluso esas repeticiones. Es el primer compositor que escribe sus textos de ópera en prosa, no en versos, como una canción. Además entiende muy bien la psicología de las mujeres. Es dramáticamente muy preciso. Los personajes son complejos y no símbolos de pureza, amor eterno o sólo sufrimiento. Sus óperas no son en blanco y negro, sino que grises. Y con diferentes tonos. Ninguno de los personajes es totalmente bueno o malo. Ni siquiera Steva, el novio de Jenufa, es absolutamente nefasto. Para mí, Janáček es un genio.
¿Cómo describiría esta ópera, la tercera de Janáček, estrenada en 1904?
Jenufa básicamente cuenta la historia de los más dramáticos seis meses de vida de una mujer. Es un período donde le pasa de todo: Jenufa queda embarazada, su novio Steva es al parecer enrolado en el ejército, ella es abandonada, otro hombre pretendiente la ataca y le provoca una cicatriz en su rostro; nace el hijo, piensa que su novio volverá, la madrastra mata al niño como una manera de lograr que el amante de Jenufa regrese. Para mí, Jenufa se encuentra en una especie de delirio post parto, sin nada demasiado claro, con una mentalidad afiebrada. Creo que lo que la pasa es tan duro y difícil de soportar que una cantante de ópera debe programarse para poder salir a escena. De lo contrario, en lugar de cantar, puedes terminar gritando y llorando.
¿Qué opina de la puesta en escena del reconocido director teatral Jorge Lavelli?
Es muy minimalista, pero para ser sincera aún debo internalizarla. En ese sentido, no puedo generalizar demasiado. Hay mucho énfasis en las emociones, pero dentro de una puesta en escena muy simple.
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