El Gobierno distinguió hoy a un grupo de chilenos como "Tesoros Humanos Vivos" con el patrocinio de Unesco, entre los que se encuentra Cristina Calderón, "la última hablante yagán", de Tierra del Fuego.

La distinción otorgada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, se enmarca en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada por Unesco en 2003 y ratificada por 104 Estados, entre ellos Chile.

"Nuestros tesoros humanos vivos era una tarea pendiente que teníamos y que ahora hemos empezados a zanjar", dijo la ministra de Cultura, Paulina Urrutia.

Afirmó que con las personas distinguidas se hace justicia a aquellos que "representan nuestro más preciado tesoro".

Aparte de Cristina Calderón, residente en Villa Ukika, en la lejana Isla Navarino, fue homenajeada también la cantora campesina María Angelina Parra, de la región del Bío Bío.

Además, fueron reconocidos la Comunidad Kawésqar de Puerto Edén, con apenas 13 sobrevivientes, que viven en los canales occidentales de la Patagonia, y cuyos antecesores vivieron en el lugar hace 6.000 años, y el "Baile Pescador Chino Nº10 de Coquimbo", agrupación tradicional de la festividad religiosa de Andacollo, en el norte de Chile.

Según explicó la ministra Urrutia, Cristina Calderón, nacida en 1928, es la última testigo del pueblo yagán y la única hablante de su lengua originaria, depositaria del pensamiento y la forma de vida de estos antiguos habitantes del archipiélago fueguino.

"Por ello resulta urgente el registro y transmisión de su habla como asimismo, su distinción implica un gesto de valorización de toda una cultura que ella representa de forma única".

Las personas distinguidas fueron seleccionados de entre más de 80 postulantes presentados desde todas las regiones de Chile y que se hicieron acreedores a un premio de 3 millones de pesos (unos 6.000 dólares) en el caso de individuos y 7 millones de pesos (unos 14.000 dólares) en el de colectivos o comunidades.

Según la directora del Centro Cultural Palacio La Moneda, Alejandra Serrano, la distinción "tiene un enorme significado, de una iniciativa notable", ya que se está premiando a personas "que mantienen sus raíces".

Explicó que el objetivo del reconocimiento es resaltar a nivel nacional la riqueza y diversidad identitaria, visibilizando y reconociendo a quienes son portadores relevantes de manifestaciones no tangibles del patrimonio cultural, así como fomentar las acciones de rescate y preservación de expresiones en riesgo de desaparecer.

"Para nosotros es un orgullo que el país reconozca a los pueblos originarios integrando a sus habitantes a este acervo cultural", señaló Juan Carlos Tonko de la comunidad Kawésqar.