El abogado del crimen: las razones de su fracaso de taquilla en EEUU
La cinta escrita por Cormac McCarthy y con Brad Pitt, Penélope Cruz y Javier Bardem, lleva 15 millones de dólares en dos semanas. Se critica su guión pretencioso y cliché.

El thriller El abogado del crimen (The Counselor) se estrenó en las salas de EEUU precedido de mucho bombo gracias a su elenco de lujo -Michael Fassbender, Penélope Cruz, Cameron Díaz, Brad Pitt y Javier Bardem--, pero la crítica y la audiencia han mostrado que no bastan grandes estrellas para que un filme funcione.
La película dirigida por el británico Ridley Scott es una adaptación de la novela homónima del estadounidense Cormac McCarthy, quien escribió también el guión para la versión fílmica, el primero que realiza.
La apuesta parecía segura luego de que otra obra de McCarthy, No es país para débiles (de los hermanos Coen), fuera adaptada eficazmente al cine y galardonada con cuatro Oscars.
Pero El abogado del crimen apenas recaudó 15 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá en dos semanas, un auténtico revés para una película de este nivel y con tanto pedigrí. En Chile se esgtrenó el 31 de octubre y lleva acumulado en 9 días, 21.584 espectadores, según el reporte de Ultracine.com
La crítica estadounidense coincide en que el problema reside en el guión, a pesar de que el responsable es un exitoso novelista.
"Todo el mundo aquí es prisionero del torpe titiritero de El abogado del crimen, el guionista Cormac McCarthy, que al parecer estaba muy impaciente de escribir directamente para la gran pantalla, pero que hubiera hecho mejor reprimiendo sus ganas", escribió Kenneth Turan, de Los Angeles Times.
"Los famosos diálogos enigmáticos de McCarthy se revelan mucho más eficaces en el papel que en la gran pantalla", añade.
La película describe el descenso a los infiernos de un abogado ambicioso (Michael Fassbender) a punto de casarse (con Penélope Cruz), al verse involucrado en el tráfico de drogas urdido por una pareja tan rica como turbia (Cameron Diaz y Javier Bardem) y un misterioso intermedario (Brad Pitt).
Ridley Scott pone todo de su parte para darle aliento a la historia y sus personajes, pero la complejidad a menudo inútil del guión logra terminar con las mejores voluntades.
El crítico Richard Brody, de la prestigiosa revista The New Yorker, escribió que las luminarias del reparto "están atrapadas interpretando clichés" y que "los diálogos alternan entre descartables comentarios sarcásticos y palabrerías pseudo-filosóficas".
Variety, la biblia de Hollywood, no fue mucho más suave. "Cualquiera que sea su talento de novelista, McCarthy no comprende visiblemente nada de la forma en que el drama y el suspense funcionan en la gran pantalla y dedica todos sus esfuerzos a crear conversaciones barrocas e impenetrables entre personajes clichés mal caracterizados".
Para el crítico de Variety, Peter Debruge, el novelista "está erróneamente convencido de que la confusión y un progreso en el terror son suficientes para mantener el interés del espectador".
Al ser preguntado por el guión por el diario The New York Times, Ridley Scott afirma que es "implacable. Creo que describe la verdad. Porque la vida es así la mayor parte del tiempo, de una forma u otra (tanto si describe) una enfermedad como el fin del mundo".
"Cormac es un escritor para escritores", prosigue. "Lo lees y piensas: puedo hacer eso y comienzas a ensayarlo. Pero siempre puedes correr...".
La experiencia de Ridley Scott, cuya prestigiosa filmografía cuenta con títulos como Alien, Blade Runner, Thelma y Louise, Gladiador o Prometeo, es sin duda lo que hace que el filme no se hunda completamente.
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