A simple vista, el apio puede parecer un alimento carente de propiedades, pero la verdad es que se trata de una opción natural muy saludable y nutritiva.

Gracias a su gran cantidad de nutrientes y a su bajo nivel calórico, es un alimento que depura, nutre y no engorda, ya que un tallo mediano de este vegetal sólo aporta unas diez calorías y hasta el 4% del requerimiento diario de consumo de fibra.

Además, contiene vitaminas A, B1, B2 y B3, C y K, y es un gran remineralizante.

El apio es de gran ayuda para personas hipertensas, por su alto contenido en potasio, lo que también dilata los vasos renales, aumenta la cantidad de orina y calma el sistema nervioso. Resulta ideal también en el tratamiento de problemas cardiovasculares, disminuyendo  la presión arterial, el colesterol y generando un efecto tranquilizante.

En tanto, es un buen depurativo, ya que elimina el ácido úrico y otras toxinas del organismo. Esto lo convierte en un excelente snack entre comidas y para quienes siguen alguna dieta de adelgazamiento.

Es reconocido también que sus efectos neutralizantes, combinados con su aporte en silicio, favorecen la renovación de las articulaciones y el tejido conjuntivo, ayudando así a personas que sufren de artrosis y artritis reumatoide.

Finalmente, ciertos especialistas aconsejan su consumo en los tratamientos de anti-acné, ya que al colaborar como depurador de la sangre, mejora dichos síntomas.