Histórico

El Frente Nacional no logra ni una gobernación en Francia

El partido de Marine Le Pen había vencido en la primera vuelta en seis de las 13 regiones galas. La derecha es la mayor ganadora.

Al Frente Nacional (FN) no le bastó el triunfo en la primera ronda. La derecha nacionalista liderada por Marine Le Pen no consiguió conquistar ninguno de los gobiernos de las 13 regiones de Francia en la segunda vuelta electoral celebrada ayer, según sondeos a boca de urna de tres encuestadoras. Tanto Le Pen como su sobrina perdieron en elecciones de dos provincias francesas en estos comicios que eran considerados como una prueba de fuego para el FN.

Las encuestadoras Ipsos, Ifop y TNS-Sofres proyectaron que los conservadores o los socialistas ganaron las elecciones en las 12 provincias, mientras que una lista regionalista obtenía el triunfo en Córcega.

Los dos partidos tradicionales se beneficiaron, en parte, de una mayor participación del electorado (casi 9% más que en la primera vuelta) que parece haber respondido al llamado de políticos y de numerosas asociaciones que hicieron llamados desesperados a “bloquear el camino” al FN.

El primer ministro, Manuel Valls, saludó ayer ese "muy digno impulso" del electorado, pero afirmó que este resultado no debe dar lugar a "ningún triunfalismo", porque "el peligro de la extrema derecha no se ha disipado, ni mucho menos".

Según las proyecciones, Le Pen logró alrededor del 42% de los votos en la región Norte Pas-de-Calais Picardie, siendo superada por el conservador Xavier Bertrand con un 57%. En tanto, se proyectaba que la sobrina de Le Pen, Marion Marechal-Le Pen, conseguiría 45% en Provenza-Alpes-Costa Azul, en el sur. El alcalde de Niza, el conservador Christian Estrosi, se impondría con el 55%.

“Nada podrá detenernos”, afirmó Marine Le Pen tras conocerse los  resultados, en un discurso en el que criticó los llamados a  bloquear al FN, calificándolos de “derivas de un régimen agónico”.

Por su parte el ex Presidente Nicolas Sarkozy, líder del principal partido de derecha, Los Republicanos (LR) sostuvo que estos resultados "no deben hacernos olvidar bajo ningún pretexto las advertencias" de la primera  vuelta.

Los analistas consideraron en un momento que el Frente Nacional podría conquistar algunas gobernaciones a raíz  de los ataques extremistas de París y la crisis migratoria que enfrenta Europa. Así parecía al menos tras la primera vuelta del domingo 6 de diciembre, donde ese partido logró el 28% de los votos y quedó primero en seis de las 13 reconfiguradas regiones galas. Pero las encuestas sugirieron que podría fracasar en su intento de convertir estos apoyos en una victoria definitiva en el balotaje de ayer.

El Partido Socialista (PS), del Presidente François Hollande, que actualmente controla todas las regiones menos una, quedó tercero en la primera ronda y se retiró de aquellas regiones donde tenían más posibilidades de ganar los conservadores. Eso con la esperanza de evitar que el Frente Nacional alcanzara el poder.

Conquistar el gobierno de alguna región habría sido un gran éxito para esa formación antiinmigrante y un gran impulso para las aspiraciones presidenciales de Le Pen para 2017.

El politólogo Jean-Yves Camus, de la Fundación Jean Jaurès, consultado por la agencia France Presse, estimó que este resultado “tiende a confirmar que hay una barrera para el FN: excelente en la primera vuelta, pero que no sabe ir más allá”. Sin embargo, esto “no soluciona el problema de fondo” al asegurar que la  victoria de los partidos tradicionales es “una victoria pírrica”, dado que se  construye “contra algo o alguien y no por” algún proyecto en concreto.

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