El largo camino del proyecto de Unión Civil para convertirse en ley

Tras cuatro años de análisis, hoy el Congreso despachó el acuerdo de Unión Civil, ex AVP. Revisa los principales hitos su tramitación.




Más de cuatro años estuvo el proyecto de Acuerdo de Unión Civil (ex AVP) en el Congreso. Durante su tramitación, se cambió tres veces el nombre, se modificaron las causales de término del contrato y se aumentó el nivel de reconocimiento del acuerdo.

El AUC recién aprobado no es la única iniciativa con la cual los parlamentarios han tratado de legislar sobre el respeto a la diversidad sexual y la unión civil de parejas homosexuales, ya que desde 2003 el tema es objeto de discusión en el Congreso.

Es en este contexto que el presidente de Iguales, Luis Larraín, sostiene que si bien la aprobación del día de hoy es un hecho que califican de "histórico",  sostiene que "al mismo tiempo estamos preocupados por habernos demorado más de cuatro años en este proyecto de ley y 11 desde el primera moción sobre este tema".

"Sentimos que estamos a pasos demasiado lentos, que esta es una discusión la década pasada, que países como Argentina o Uruguay dieron la década pasada, y que el tema que deberíamos estar discutiendo es el matrimonio igualitario", dice el dirigente.

Óscar Rementería, vocero del Movilh, recuerda que su movimiento "hace más de 20 años que está planteando este tipo de normativa en nuestro país y comparándonos con nuestros vecinos como Argentina u otros y estamos claramente atrasados".

Esta es la larga trama de una demanda de la diversidad sexual que hoy se encuentra a un paso de convertirse en ley.

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PRIMER PROYECTO

"Proyecto de Ley de Fomento de la no Discriminación y Contrato de Unión Civil Entre Personas del Mismo Sexo" era el nombre del proyecto que ingresó en junio de ese año un grupo transversal de diputados, a excepción de la UDI.

El objetivo de la iniciativa era  proteger "la existencia legal de la familia constituida entre personas del mismo sexo, cuyos miembros, que cumplan los requisitos establecidos por la ley, deseen acogerse al régimen patrimonial por ella previsto, durante su vigencia y con motivo de su disolución".

Además, consignaba que "la orientación sexual de una persona no podrá ser considerada en ningún caso como elemento en contra para el discernimiento de guardas, regulación del régimen de visitas, ejercicio del derecho preferente de educación de los hijos".

IGLESIA APOYA REGULAR UNIONES CIVILES, NO ASÍ EL MATRIMONIO

En marzo de 2004, el entonces cardenal arzobispo de Santiago y presidente del Consejo Episcopal

Latinoamericano,  Francisco Javier Errázuriz, se pronunció contra el matrimonio igualitario, pero a favor de regular de alguna manera las uniones entre personas del mismo sexo.

"Uno puede comprender que los homosexuales se relacionen, tengan estabilidad entre ellos, que quieran tener comunidad de bienes, pero no es matrimonio, hay que darle otro nombre porque es otra realidad totalmente diferente", dijo Errázuriz en la ocasión.

Asimismo y dos días después, monseñor, Alejandro Goic, sostuvo que "ellos (las parejas homosexuales) tienen derechos a tener una legislación adecuada para que sus bienes sean cuidados".

PROGRAMAS PRESIDENCIALES Y PRIMERA CAMPAÑA

En 2005, los candidatos presidenciales, Michelle Bachelet, Joaquín Lavín, Sebastián Piñera  y Tomás Hirsch, incluyeron por primera vez  en sus programas las uniones civiles entre personas del mismo sexo. En tanto, Hirsch se pronunció además a favor del matrimonio igualitario.

Mientras que en septiembre de 2006, el Movilh junto a variados sectores sociales lanzaron la primera campaña nacional por la regulación legal de las parejas compuestas por personas del mismo sexo. Tras ello, se realizarían campañas todos los años. 

MATRIMONIO IGUALITARIO

Con el patrocinio de los entonces diputados

Marco-Enríquez Ominami, Isabel Allende, Alfonso De Urresti, Ramón 

Farías, Guido Girardi Briebe y Adriana Muñoz

y el respaldo del Movilh, ingresó al Congreso Nacional el primer proyecto de ley sobre matrimonio igualitario, a comienzos del año 2008.

El proyecto tenía como fin "eliminar, por una parte, el requisito de que los contrayentes deban ser un hombre y una mujer, es decir, personas de diferentes sexos, y por otra, la finalidad de procreación del matrimonio". 

"Los más jóvenes no celebran el matrimonio con el objeto de procrear, sino solamente de vivir en pareja y contraer las obligaciones y ejercer los derechos que provienen de la celebración del matrimonio", versaba el cuerpo legal.

PACTO DE UNIÓN CIVIL

El 15 de octubre de 2009, ingresa al Congreso el Pacto de Unión Civil (PUC) una iniciativa creada por académicos de la Universidad de Chile y de la Universidad Diego Portales y por el Movilh, y encabezada por María Antonieta Saa (PPD) y los diputados Gabriel Silber (DC), Fulvio Rossi (PS), además de contar con el especial respaldo del comando presidencial de Eduardo Frei.

Esta medida buscaba regular el régimen patrimonial, de herencias, previsión y salud para homosexuales y heterosexuales.

"Ya estaba bueno de declararse favorable a las uniones civiles sin hacer nada para que esto cambie, por lo cual esperamos que desde ahora este tema sea debatido donde tiene que ser, donde siempre debió haber sido, en el Congreso Nacional. Lo otro son discursos efectistas que no tienen fin, ni norte", dijo Rolando Jiménez en la fecha.

PROMESA DE LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE PIÑERA

Dos hombres tomados de la mano aparecieron en la franja de campaña del candidato de la Alianza, Sebastián Piñera, el 21 de noviembre de 2009.

Uno de ellos señalaba que Piñera sería "la voz de los sin voz". Se trataba de Luis Larraín, hoy presidente de la Fundación Iguales.  "Se ha demostrado que los clásicos temas de la izquierda no son exclusivos de ellos y que la derecha también puede tenerlos", dijo en ese entonces Larraín.

Piñera prometía regular durante su mandato las uniones de hecho de parejas homosexuales, tema que lo enfrentó a la UDI. 

ACUERDO DE VIDA EN COMÚN

En 2010, el senador de RN, Andrés Allamand, ingresó a tramitación parlamentaria el Acuerdo de Vida en Común (AVC).

Dicho documento establecía que "es una exigencia social hacerse cargo de los vacíos existentes para ese importante sector de personas que forman parte de la sociedad chilena".

En esta línea, tenía como objetivo "mantener como institución base de la sociedad el matrimonio, reservándolo exclusivamente para personas de distinto sexo, adaptar la legislación a la realidad de un número creciente de parejas estables que no se encuentran unidas por el matrimonio y extender la regulación legal a parejas estables del mismo sexo" y  que  "una legislación de tal naturaleza colaboraría  a la estabilidad de la vida de las parejas que, por cualquier motivo, no han contraído matrimonio, contribuyendo así a un mejor orden social y al bien común" .

Sin embargo, el proyecto generó resistencia en sectores del oficialismo, en particular en la UDI, quienes consideraban que la iniciativa generaba una institución "paralela" al matrimonio.

ACUERDO DE VIDA EN PAREJA

En este contexto, La Moneda optó por redactar un texto alternativo para regular las uniones de parejas de hecho tanto heterosexuales como homosexuales, en materias como salud, patrimonio y herencia. 

El proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) fue presentado el 9 de agosto de 2011 y generó un intenso debate al interior de la Alianza.

"No fue una discusión marcada por la candidatura de Allamand, sino por los méritos de los proyectos, que son muy parecidos. Hay intención de respetar los autores de las mociones. Hay aspectos complementarios y coincidentes, entonces lo razonable era tratarlos como un único proyecto de ley", señaló en su momento el diputado DC, Patricio Walker.

DE AVP A PUC Y DE PUC A AUC

Este 2014 el gobierno puso el acelerador el proyecto. En octubre el Senado despachó el proyecto. En ese entonces el hito era que por primera vez una iniciativa que regulaba las uniones de hecho sorteba su primer trámite legislativo. 

El 16 de diciembre la Comisión de Constitución de la Cámara aprobó en general el texto,

Al día siguiente, en el análisis en particular del texto, se resolvió cambiar el nombre de Acuerdo de Vida en Pareja a Pacto de Unión Civil. La coincidencia con la sigla de la Universidad Católica (PUC) generó molestia por parte del rector de la UC Ignacio Sánchez. El 20 de enero la Cámara aprobó el texto, iniciando así su tercer trámite. 

El Senado manifestó disconformidad con algunos de los puntos aprobados por la Cámara, por lo que rechazó la totalidad del texto para zanjar los disensos en una comisión mixta. 

La comisión mixta zanjó un nuevo nombre para el proyecto: Acuerdo de Unión Civil. Según explicaron, el nuevo nombre se debe a que el término "pacto" en nuestra legislación aludiría principalmente a materias económicas.

Así las cosas, hoy tanto el Senado como la Cámara aprobaron el acuerdo de la comisión, dejando el texto en condiciones para su promulgación. 

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