El peso creciente de China y sus inversiones en la economía argentina

El gigante asiático es el tercer mayor inversor en la nación sudamericana y el segundo socio comercial. En julio pasado, el Presidente Xi Jinping estuvo tres días en Argentina en el marco de la visita que hizo a América Latina.




En momentos que Argentina está en medio de un clima recesivo y la pelea con los holdouts, los llamados "fondos buitres", ha debilitado más aún la economía transandina al tener restringido el acceso al mercado de capitales, China ha encontrado un terreno propicio en el vecino país tanto para comprar materias primas como para hacer millonarias inversiones en materia energética y de transportes.

Una señal de eso fue que el Presidente chino, Xi Jinping, escogió Argentina como una de sus escalas en la visita que hizo en julio pasado a América Latina. El máximo líder del gigante asiático estuvo entre 18 y 20 de julio en Buenos Aires, ocasión en que se conmemoraron los 10 años de la firma entre los entonces presidentes Néstor Kirchner (quien falleció en 2010) y Hu Jintao de un acuerdo de asociación estratégica entre ambos países. Sin embargo, con el tiempo se mostró que ese pacto fue más bien un intercambio de intenciones.

Por el contrario, este año Cristina Fernández y Xi firmaron 20 acuerdos más concretos especialmente en áreas de infraestructura y transportes, como aquel por US$ 4.400 millones para las instalaciones de dos hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz y otro, por US$ 2.100, para remodelar y modernizar el tren de la línea Belgrano. Además, Beijing se comprometió con US$ 423 millones para construir 11 barcos.

Para China, Argentina se ha vuelto más relevante también por su producción de soya y tiene la vista puesta de lo que pueda salir del yacimiento de hidrocarburos de Vaca Muerta. Argentina provee alrededor del 7% de la demanda de soya de China, con lo que es el tercer importador de este tipo de granos al gigante asiático detrás de Estados Unidos y Brasil.

En el sector energético argentino, China también ha ocupado un lugar destacado gracias a varias adquisiciones multimillonarias. La China National Offshore Oil Corporation (Cnooc) se convirtió en la segunda petrolera del país sudamericano, solo después de la empresa estatal YPF. Todo comenzó en marzo de 2010 cuando la Cnooc compró el 50% de la petrolera argentina Bridas, En noviembre de ese año Bridas adquirió el 60% de Pan American Energy (PAE) y en febrero de 2011, PAE compró todos los activos de Esso Argentina.

Esto puso a Cnooc en una posición inmejorable para asociarse en enero de 2013 con YPF para la explotación del petróleo de esquisto en la gigantesca reserva de Vaca Muerta.

Con todo esto, China se ha transformado en el tercer inversor de Argentina, detrás de Estados Unidos y España, según un informe elaborado a fines de 2013 por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (Cari). Además, el país de Mao y Deng es el segundo socio comercial de la nación transandina, después del Mercosur, con un intercambio que en 2013 llegó a US$ 14.800 millones. Se trata de un monto 2.400 veces mayor al que tenían en 1950.

El comercio de China con América Latina, estimado por Beijing en US$ 261.600 millones, ha escalado enormemente en las últimas décadas. En 1990, China ocupaba el 17º lugar en la lista de destinos de exportaciones latinoamericanas y ahora ya es considerado el segundo socio comercial de la región. También sus inversiones han aumentado significativamente y representan cerca de 20% de los US$ 90.000 millones que China invirtió en el exterior el año pasado.

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