Empresa internacional de envases flexibles abre planta en Chile

Ademir Fragnami, director general de Scholle IPN

Scholle IPN abastece actualmente a CCU, Concha y Toro, Nestlé, Andina, Carozzi y Watts. Inversión hecha por la firma con capitales de EE.UU. y Holanda llegó a US$ 20 millones.




La empresa norteamericano-holandesa Scholle IPN abrió su primera planta en Chile, tras desarrollar por más de 15 años negocios con clientes locales desde su planta en Sao Paulo, Brasil. Desde ahí abastecían con envases flexibles a CCU, Concha y Toro, Nestlé, Andina, Carozzi, Watts, Sugal y Ecolab.

Los ejecutivos de Brasil, motivados principalmente por los acuerdos internacionales que tiene Chile, decidieron hacer una inversión de cerca de US$ 20 millones para la construcción de la planta de 2.500 m2 ubicada en Quilicura, que está operativa desde febrero. "En el mercado de alimentos y bebidas, Chile tiene un papel muy importante, entonces estar cerca de nuestros clientes es importante para el país y también para llegar a los mercados donde Chile exporta", dice Ademir Fragnani, director general de Scholle IPN en Latinoamérica.

En el mercado global de envases flexibles, Scholle IPN cuenta con un 65% de participación y tiene presencia en EE.UU., Canadá, Alemania, Francia, India, China, entre otros países.

La firma en el mercado local cuenta con dos líneas de producción: Bag-in-Box, una bolsa que permite envasar vinos, aguas y lácteos, y que facilita el transporte del producto, y Clean Pouch, que se utiliza para almacenar principalmente fruta procesada.

"Los costos se reducen un 70% si lo comparamos con envases rígidos. Por ser un envase flexible tiene menos plástico, se almacena mejor y emite menos CO2", afirma Rodrigo Duarte, director comercial para la región. Agrega que "con eso ganamos una ventaja comparativa versus la competencia, porque hoy no hay en Chile".

Desde aquí despacharán a Uruguay, Argentina, Perú, Colombia, Ecuador y México.

Participación en Chile

La principal línea de negocios que tiene Scholle IPN en el país es la de procesamiento de frutas con Carozzi y Sugal, en donde tienen cerca del 70% de participación. En relación a la producción de Bag-in-Box para vino en Chile, esta es 100% para exportación, ya que en el país aún no se comercializa el vino en esta modalidad que permitiría venderlo por copa. "La oportunidad para nosotros es hacer que las viñas miren un nuevo canal de venta, como hay en todo el mundo. Acá hay consumo de vino y hay una gran oportunidad para las viñas de desarrollar este canal de venta. Trabajaremos con ellas para esto", sostiene Duarte.

Así, el plan de Scholle IPN para los próximos cuatro años es aumentar al triple la capacidad productiva que tienen hoy en la planta, donde actualmente hay 20 personas trabajando. En ese sentido, Ademir Fragnani señala que "serán las características y necesidades del consumidor final en Chile las que definirán el desarrollo de todo el proceso que implica el consumo del producto en bolsa".

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