En horas de esta mañana, familiares de tres de los siete trabajadores que resultaron heridos en la explosión que afectó anoche al Colegio Teresiano llegaron hasta el servicio de urgencia del Hospital del Salvador.

En el recinto asistencial, María Díaz, esposa de Heriberto Henríquez, quien permanece sin riesgo vital pero con lesiones múltiples, contó que desde febrero pasado su marido estaba contratado por la firma Méndez y Schaefer y dedicados a las labores de mejoramiento en el establecimiento educacional.

Precisó que su esposo tenía otro horario de trabajo, pero tuvo que comenzar a trabajar de noche, como el resto de sus colegas, como forma de sobrellevar el retraso que tenían por la entrega de los laboratorios de Química.

"Estaban trabajando todas las noches, porque tenía que terminar el colegio y entregarlo hoy día", dijo.

Con evidente angustia, contó que desde la propia empresa le comunicaron anoche del accidente. "Me dijeron que tenía varias lesiones, me daban muchas explicaciones, pero yo no las escuché, porque me puse a llorar".

En la sala de urgencia del hospital también permanece Alejandra Vidal, esposa de Osvaldo Zurita, quien relató que comenzó a preocuparse, porque si bien sabía que su marido estaba trabajando de noche, no llegaba a la casa.

"Lo llamé por teléfono y él me dijo que estaba hospitalizado, pero se cortó la comunicación. Luego me llamó uno de sus patrones y me confirmó lo del accidente", explicó.

Si bien manifestó que su marido y sus colegas habían privilegiado trabajar de noche para cumplir con el plazo de los arreglos, defendió a la empresa, señalando que "siempre existió una preocupación de los dueños hacia sus empleados. Ellos querían a sus trabajadores".

A la espera del próximo parte médico, se confirmó que a las 10:30 de la mañana llegará hasta el recinto asistencial la subsecretaria de Salud, Jeannette Vega.