Si los franceses dieron en el clavo en el año 2011 con El artista, aquella película muda y en blanco y negro que se llevó cinco Oscar, los españoles diseñaron su propio y particular largometraje más o menos en el mismo formato en el 2012. Se trató de Blancanieves, que para agregar mayor novedad al asunto, reimaginaba el clásico cuento de los hermanos Grimm, pero ahora en el sanguinario submundo de las corridas de toros.

La película fue un éxito de críticas en su país, se llevó 10 premios Goya y, al mismo tiempo, recibió una de las últimas reseñas del afamado comentarista estadounidense Roger Ebert, que murió pocos meses después. Tras verla en su estreno en el Festival de Toronto, escribió: "Podría haber sido dirigida por cualquiera de los grandes cineastas de los años 20".

Realizada por el vasco Pablo Berger, Blancanieves es una de las películas más destacadas del Festival de Cine Europeo, que irá desde este jueves 8 hasta el domingo 18 de mayo en tres sedes: Cineteca Nacional, Centro Cultural de España y CinePlanet de Costanera Center. El festival, que va en su versión número 16, itinerará en 16 ciudades desde Iquique a Punta Arenas entre el 15 de mayo y 29 de junio. En regiones la entrada es liberada.

La mayoría de los trabajos, 60 en total, datan de los últimos dos o tres años y, en ese sentido, dan cuenta de una realidad cronológicamente cercana.

Blancanieves, en términos básicos, cuenta la historia de Carmen (Macarena García), la hija de un torero (Daniel Giménez Cacho) que alguna vez fue el más grande, pero que hoy yace en una silla de ruedas tras la cornada que sufrió hace años. Carmen ha sido criada en las peores condiciones posibles por su madrastra Encarna (Maribel Verdú), quien incluso intenta asesinarla. La muchacha logra escapar del plan mortal de Encarna y, en el corto plazo, conoce a un curioso grupo de personajes que se hacen llamar los "siete enanitos toreros".

De Grecia y Francia

Con 21 países europeos representados en la muestra, el festival le da a Grecia un lugar sobresaliente. De ese país es la cinta que abre el encuentro este jueves: es un trabajo que se llama Si (2012) y que indaga en la crisis económica. De Grecia es también El polvo del tiempo (2008), el último largometraje de Theo Angelopoulos, probablemente el más importante cineasta griego.

La película, que se muestra este domingo 11, a las 15 horas en la Cineteca Nacional, indaga en los clásicos temas de Angelopoulos: el paso del tiempo, la memoria y los cambios sociales enfrentados a las decisiones individuales. Segunda parte de una trilogía inconclusa iniciada con Eleni (2004), El polvo del tiempo indaga en la vida de un director de cine estadounidense de origen griego al que sólo se identifica como A (Willem Dafoe). Recorriendo Europa con el objetivo de filmar una película, A se entera de una vieja historia protagonizada por su padre (Michel Piccoli), su madre (Irène Jacob) y un amigo en común de ambos (Bruno Ganz). De ahí en adelante, A querrá reconstruir tal episodio en el cine. Autobiográfica, melancólica y con toques surrealistas, El polvo del tiempo mezcla realidad y sueño, ficción y hechos históricos.

Totalmente diferente es Si, el filme de Christoforos Papakaliatis sobre una joven pareja ateniense enfrentada al descalabro económico de su país, y que abre el festival este jueves, a las 21 horas en la Cineteca Nacional.

Desde Francia arriba La princesa de Montpensier, de Bertrand Tavernier, otro director de larga trayectoria en el cine europeo. Ambientada con el telón de fondo de las guerras entre católicos y protestantes en la Francia del siglo XVI, Tavernier adapta una novela de Madame De La Fayette para contar los escándalos de la corte: Marie de Mezières, casada contra su voluntad con el príncipe de Montpensier, cae en un frenético romance con el duque Henri de Guise. Esta trama histórica adquiere ribetes de amor trágico en manos del realizador de Round midnight (1986).

La muestra de cine europeo también trae cintas de jóvenes realizadores. Entre ellos destaca, por ejemplo, El discípulo de la finlandesa Ulrika Bengts: la obra, que fue prsentada por su país para el Oscar extranjero 2014, es la historia de un joven aprendiz en un aislado faro del mar Báltico. De Francia llega Augustine, cinta de la directora de 36 años Alice Winocour que describe la relación entre el destacado psiquiatra Jean-Martin Charcot (Vincent Lindon) y su paciente Augustine (Soko). En 1885, Charcot busca probar sus técnicas de hipnosis en Augustine, pero en el camino también va surgiendo una relación de contornos románticos.