Señor director:
Uno de los problemas que he advertido desde que entró a regir la ley de transparencia está en la forma en que algunos medios dan a conocer las informaciones relativas al Congreso y otros servicios públicos. Pareciera que por el solo hecho de informar sobre los ingresos de las autoridades, representantes populares o los colaboradores de éstos, se está dando a conocer un delito, como si tales ingresos fueron mal avenidos.
En otras ocasiones se presentan los hechos con carácter de escándalo, aunque no haya acciones ilegales.
La ciudadanía debe tener la seguridad de que los gastos que realizan los parlamentarios son necesarios para el ejercicio eficiente y honesto de su labor legislativa. Disponer de estos recursos los resguarda de verse en la tentación de recurrir a fuentes impropias para responder a los requerimientos de los ciudadanos.
Se sabe del acoso a que son sometidos representantes populares por quienes les piden ayuda para una u otra cosa. Nadie mezquina hacerlo, con mayor razón quienes tenemos sobre nuestros hombros la representación de extensas zonas geográficas.
Todos debemos cuidar la rectitud y transparencia; pero los medios y la opinión pública deben ser responsables en sus juicios y cuidar las instituciones democráticas. La ley de transparencia es un orgullo para Chile, pero se debe usar con seriedad para no producir el efecto contrario al deseado.
Hosain Sabag Castillo
Senador DC