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Gloria Estefan reversiona a los clásicos en nuevo disco: "Fue lo que siempre quise"

La cantante habla con La Tercera del álbum donde interpreta himnos del cancionero universal.

Ni la salsa, ni la música tropical, ni el pop bailable. Gloria Estefan (56) asegura que, mucho antes de absorber la variedad de géneros que la convirtieron en celebridad, y mucho antes de que su poderoso apellido -tomado de su esposo, Emilio- se perpetuara como sinónimo del sonido latino facturado desde Estados Unidos, estuvo el cancionero norteamericano de etiqueta.

"Fue una influencia enorme en mi vida, porque cuando era niña, mi madre, que es la diva real de la familia, ponía discos de Nat King Cole, de Henry Mancini o de Frank Sinatra. A una menor de esa edad no le importan esas cosas, pero a mí si, ya que tenía muchos intereses, por lo que me ponía a escuchar cada arreglo con mucha atención", cuenta al detallar los antecedentes de su último título, The standards, aparecido el martes 10 y donde revive clásicos del género, como Smile, What a wonderful world o Call me irresponsible, aparte de himnos en otros idiomas, como El día que me quieras o Eu sei que vou te amar, de Tom Jobim y Vinícius de Moraes.

Y para subrayar aún más su vínculo con los standards, la mujer de Oye mi canto apela a imágenes concretas. "Por ejemplo, What a wonderful... la cantaba sola en mi cuarto, cuando mi papá estaba muy enfermo, y era una forma de llorar y desahogarme. Yo quería estar fuerte para mi mami, entonces la música me ayudaba a soportar un instante difícil y a que no me vieran sufriendo", cuenta, al teléfono desde EE.UU., a La Tercera.

Luego sigue: "Ya más adelante, la primera vez que fuimos a The tonight show, de Johnny Carson, cantamos Conga, pero después me atreví con la balada Good morning heartache y todos quedaron sorprendidos. O me acuerdo de El día..., que fue mi canción de bodas con Emilio. De algún modo, con este disco cierro el círculo de mi vida".

Eso sí, el chispazo definitivo para su nueva conversión artística llegó sólo hace un par de años, cuando, en una cena en la Universidad de Miami, el pianista Shelly Berg la invitó a cantar la misma Good morning heartache, popularizada por Billie Holiday. "Interpretar un tema así me envolvió de tal forma que, mientras lo hacía, tuve la idea precisa de concretar este trabajo. Era lo que siempre había querido grabar", rememora.

A la edad justa

Pero más allá de ese empujón, la cubana estadounidense sabe que tamaña aventura musical -también ejecutada por créditos como Bryan Ferry, Rod Stewart o Paul McCartney- sólo es posible en la adultez, bajo el aval de una carrera voluminosa. Además, en su caso, su nuevo disco asoma como un contrapunto: su lanzamiento anterior, Miss little Havana (2011), estaba concentrado en los sonidos sintéticos y en la pista de baile, y contaba con la producción de Pharrell Williams, alquimista de las consolas y responsable de parte de las entregas multiventas de Britney Spears o Nelly Furtado.

Estefan sigue: "Es imposible hacer algo como esto cuando eres más joven, porque estás mucho más atenta a las cosas nuevas y originales que quieres compartir. Quizás para el público general sea algo totalmente diferente, pero el fan mío sabe que las baladas y las canciones de amor siempre han sido parte de mi trayectoria. Las composiciones más lentas que yo he escrito tienen otro vocabulario musical, parecido a como se hacía música antes".

Pese a los nuevos bríos de su presente, la artista no transa con un credo asumido hace ya casi una década: su renuncia a las giras mundiales de largo aliento para priorizar su vida familiar, hoy centrada en el cuidado de su madre, Gloria Fajardo -quien desde hace años padece severos problemas intestinales-, en sus dos hijos y en su primer nieto. De hecho, sólo ha optado por fechas muy puntuales, como cuando vino al Movistar Arena de Santiago, en 2009, rutina que pretende replicar para la promoción de The standards.

" Con este álbum me gustaría hacer shows en teatros donde pueda cantar con una orquesta. Así puedo interpretar estas versiones, pero también remodelar mi repertorio más conocido. Pero ese es mi plan: ir a lugares cercanos, darme el lujo de no estar tan separada de Miami, porque mi madre ya está muy mayor, entonces para mí resulta muy agotador hacer tours. Obvio que me encantaría volver a un país como Chile. Pero, por ahora, llegó el momento de dedicarse a otras cosas".

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