Gobierno y Movimiento Social por Aysén mantienen congeladas negociaciones
Intento por retomar el diálogo se frustró a raíz de diferencias ante el método de trabajo.
Anoche, a última hora y tras una tensa jornada, dirigentes del Movimiento Social por Aysén mostraron sus primeras señales de flexibilidad para retomar la mesa de trabajo con el gobierno.
Cuatro días de negociaciones congeladas se cumplían ayer. Y pese a que la jornada era considerada decisiva para reiniciar el diálogo, terminó sin contactos formales entre las partes, ante diferencias por el método de trabajo propuesto por el Ejecutivo.
La fórmula implicaba la instalación de tres mesas de trabajo paralelas: una abocada a la pesca, que sesionaría en Puerto Aysén y sería encabezada por los subsecretarios Claudio Alvarado y Pablo Galilea; otra dedicada a la zona franca, en la que participaría una comisión ad hoc de Hacienda y se desarrollaría en Coyhaique, y una tercera, también en esta última ciudad, destinada a transportes y combustible, que sería liderada por el ministro de Energía, Rodrigo Alvarez, que regresó ayer a la zona.
La primera alerta negativa se produjo a las 11 de la mañana, luego de que fracasara la mesa destinada a encontrar un acuerdo en torno a la pesca. Representantes de los dirigentes sociales indicaron dos nuevas condiciones para retomar el diálogo con el Ejecutivo.
La primera, que se sesionara sólo en Puerto Aysén, foco de las principales movilizaciones, y la segunda -más importante-, que el avance de las negociaciones estuviera supeditado a sellar, en primer lugar, un acuerdo en torno a los combustibles.
Mientras el gobierno ha ofrecido un subsidio de 70% al transporte terrestre y de un 50% para las embarcaciones, los dirigentes sociales mantenían su petitorio de establecer un subsidio directo y parejo a los combustibles.
La mantención de las diferencias entre ambas partes hizo agudizar en las horas siguientes la tensión en la zona.
En esta línea, los voceros del Movimiento Social acusaron al ministro Alvarez de intentar debilitar la causa, mediante la división de sus dirigentes, y emplazaron a las autoridades a realizar una sola reunión, en la que participara toda la directiva.
"Si no hay respuesta hoy, esto significa el quiebre y nos tomamos las calles", advirtió el líder de los pescadores, Henry Angulo, quien ha mantenido una de las posturas más radicales dentro del movimiento.
Alvarez, por su parte, reconocía que en el tema de los combustibles "estamos muy lejos de llegar a acuerdo", pero se mostró esperanzado en avanzar en otras materias.
Por la noche, en tanto, los dirigentes se abrieron a dialogar en Coyhaique y la opción de constituir subcomisiones, siempre que todas sesionaran en una misma ciudad.
Asimismo, comentaban la opción de desistir en su demanda de un subsidio directo al combustible si se avanza en la concreción de una zona franca y que las bencinas se beneficiaran con las franquicias tributarias.
Horas antes, una docena de asociaciones agrícolas, forestales y ganaderas de la región -que representan a un 50% de ese tipo de productores en la región- se habían desmarcado del movimiento, anunciando su intención de constituir una propia mesa de negociación con el gobierno.
La flexibilidad mostrada por los dirigentes del movimiento en las últimas horas augura la posibilidad de que finalmente hoy se reanuden las conversaciones.
Ante un quiebre total del diálogo, sin embargo, el diseño del gobierno -dicen fuentes oficialistas- contempla la implemetación, de manera unilateral, del paquete de medidas propuestas para el desarrollo de la región.
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