Gordon Gekko ahora (después de la cárcel y la crisis)
Elegido por el American Film Institute como uno de los grandes villanos del cine, el personaje encarnado por Michael Douglas sale de prisión en la secuela de Wall Street, de Oliver Stone, que llega a Chile el 30 de septiembre. Ahora es un tipo que aprendió lecciones y que trata de evitar el colapso financiero de 2008.
Estrenada apenas dos meses después del colapso bursátil de 1987, Wall Street es de las películas que hizo época. Por de pronto, la cinta dirigida y coescrita por Oliver Stone le dio un Oscar a Michael Douglas (y un Premio Frambuesa a Daryl Hannah). Más perdurable, en todo caso, resulta el que sus parlamentos hayan quedado ahí, dando vueltas.
Algunos son de Bud Fox (Charlie Sheen), un broker joven y escalador que, por ejemplo, le dice a su padre sindicalista (Martin Sheen) que "ya no hay nobleza en la pobreza". Pero las líneas más sabrosas corren por cuenta del villano de la película, Gordon Gekko (Douglas). El ídolo de Bud, a quien le describe en tres palabras cómo fue su primer gran negocio, que le reportó US$ 800 mil: "Better than sex". Y que tiene su momento dorado en la junta de accionistas de una papelera que está a punto de comprar para, según dice, aumentar su valor: "El punto es, damas y caballeros, que la codicia, a falta de una mejor palabra, es buena. La codicia es correcta, la codicia funciona. La codicia clarifica, se abre paso y captura la esencia del espíritu evolutivo".
Más de dos décadas después de haber caído preso por negocios turbios, Gordon Gekko está de vuelta. Previsto su estreno para el Festival de Cannes que arranca en mayo próximo, Wall Street: Money never sleeps es la primera secuela ejecutada por el director de Pelotón. Es también la ocasión de ver, a menos de dos años del estallido de la última gran crisis financiera mundial, al personaje que el American Film Institute instaló en el número 24 entre los 50 malos de la historia del cine. Verlo recuperando su celular ochentero gigante de la guardia de la cárcel que lo cobijó, así como volver al speech aquel, tomado de un discurso de Ivan Boesku, prominente hombre de negocios que terminó tan preso como Gekko: "Alguien me recordó que una vez dije que la codicia es buena", señala de regreso, en 2008, ante un grupo de estudiantes. "Ahora parece que es legal".
Nadie sabe para quién trabaja
Louis Stone (1910-1985), el padre del cineasta, fue corredor de la bolsa en los días de la Gran Depresión. Años más tarde, iban juntos al cine y el primero se quejaba de que no había buenas películas sobre el mundo de los negocios, excepto Executive suite, de Robert Wise (1954). De ahí que Wall Street le estuviera dedicada y que uno de sus personajes, el viejo broker que advierte sobre los engañosos encantos de la pura especulación y el "dinero falso" (Hal Holbrooke), fuese su especie de encarnación. Tanto este personaje como el del padre de Bud Fox representan "las fuerzas positivas del mercado", ha dicho Stone. Especialmente el que representa a su padre, añade, "quien siempre dijo que Wall Street puede hacer mucho bien" y que es mejor producir que especular.
Con estas buenas intenciones, la película generó en paralelo un efecto no deseado: vocaciones inspiradas, más que en el personaje de Sheen, que al final vuelve al redil, en el de Douglas, quien hasta hoy dice lidiar con ejecutivos que se le acercan y le agradecen el haberlos inspirado para hacer carrera en Wall Street. Un reportero incluso lo subió al columpio:
-"¿Estás diciendo, Gordon, que la codicia no es buena?".
-"No estoy diciendo eso. Y mi nombre no es Gordon".
Porque GG, después de todo un cínico seductor, mutó en ícono cultural: mientras Newsweek lo llevó en portada para preguntarse por los vientos que soplaban a principios de los 90, el nombre de una recién descubierta variedad de gecko, el lagarto que dio su nombre a Gordon, sirvió en Indonesia como otro reconocimiento de sus estatus: gordongekkoi.
Pero el Gekko que ahora vuelve es otro, y es otro el mundo que ve. El trailer disponible en la red lo muestra dejando la prisión. Frente a ella hay estacionada una limusina. ¿La suya, la de los 80?, pensará el espectador. No, es la de un rapero millonario que acaba de cumplir condena. Los tiempos cambian.
Tal como en Wall Street el protagonista es Sheen, pero la estatuilla de actor principal le llegó a Douglas, es de esperar que este vuelva a eclipsar al jovencito de la película. En este caso, a Shia LaBeouf (Transformers), quien encarna a Jake Moore, operador de Wall Street que está de novio con Winnie Gekko (Carey Mulligan, de Una enseñanza de vida). Mientras ella no quiere saber de su padre, a quien no sólo debe la mala fama de su apellido sino que culpa del suicidio de un hermano, él ve en GG una ayuda para vengar la muerte del administrador de su fondo de inversiones. Y una figura paterna, por qué no. Gekko, en tanto, está muy lejos de ser el pez gordo que fue, menos en tiempos en que son otros los que llevan la batuta.
El guión, según reportan diversas fuentes, empezó a trabajarse en 2007. Stanley Weiser, coautor del original, trabajó en él, pero al final los guionistas fueron otros tres y la cinta no se ambientó en China, según los tempranos deseos de Stone, sino en Manhattan, como antes. Ha trascendido que existió la idea de aludir a la gran estafa de Bernard Madoff, pero quedó fuera. Lo que sí hay, dice Stone, es que "lidiamos con los grandes bancos (…) con la Reserva Federal".
En la nueva cinta se ve a Gekko tratando de advertir acerca de los peligros de las burbujas especulativas y del dinero fácil. Con sus credenciales, sin embargo, no le hacen mucho caso. Y entonces toma un camino menos redentor, cuyos detalles podrán saberse en mayo, para el estreno mundial. O bien el 30 de septiembre, cuando llegue a Chile. La frase "la codicia es legal" que reza en el afiche, por mientras tiene ocupados a cientos de cibernautas que plantean que ilegal nunca ha sido. Lo demás es esperar.
Lo Último
Lo más leído
1.
Contenido y experiencias todo el año🎁
Promo Día de la MadreDigital + LT Beneficios $3.990/mes por 6 meses SUSCRÍBETE