La movida ya había sido sospechosa. Donde todas las estrellas se esfuerzan para mantener sus acuerdos de divorcio secretos, el equipo legal de Madonna había salido pública y oficialmente declarando que su ex marido, Guy Ritchie se había adjudicado US$ 75 millones en la división de los bienes.

El lunes, la abogado de la cantante, Liz Rosenberg había asegurado que Ritchie recibiría uno de los "mayores pagos en un acuerdo de divorcio" en la historia de ese país. Todo como una medida para contrarrestar los reportes que habían enfurecido a Madonna sobre que el director de cine se había rehusado a recibir dinero en la separación y que sólo estaba preocupado de la custodia de sus hijos.

Pero la movida no resultó y hoy, Ritchie obligó a la reina del pop a publicar un comunicado "conjunto", negando las afirmaciones sobre la naturaleza de su arreglo.

"Hemos tratado de mantener un digno silencio con respecto a los detalles de nuestro divorcio en estos meses, al mismo tiempo que aceptamos el obvio interés mediático. Una declaración imprecisa y tendenciosa en relación a las sumas de dinero involucradas fue dada a conocer erróneamente por una agencia de noticias. Los detalles financieros del arreglo se mantendrán en privado, más allá de asegurar que los dos estamos contentos con  nuestro acuerdo. Nuestra principal preocupación, como para cualquier padre, es el cuidado y bienestar de nuestros hijos", dice el nuevo comunicado.

El asunto de la custodia de los niños todavía no se finaliza.

Mientras, Madonna sigue en Brasil, donde cerrará su gira mundial, la misma que la trajo a Chile la semana pasada.