Tras el éxito que está teniendo la nueva entrega de X-Men sobre los orígenes del mutante Wolverine (Lobezno), Hugh Jackman quiere una segunda parte, informa la revista Variety.

Con su firma Seed Productions y los estudios Fox, el actor planea una continuación en la que serán protagonistas los combates estilo samurai.

El pasado fin de semana "X-Men Origenes: Wolverine", con el actor australiano como el mutante con poder de curarse a sí mismo, llegó al primer puesto en la taquilla de Estados Unidos, donde recaudó más de 87 millones de dólares.

La película es una precuela de la trilogía de los X-Men y relata el modo en que Lobezno adquiere sus poderes sobrehumanos. Las ganancias mundiales para el estudio 20th Century Fox tras el fin de semana de estreno ascienden a 160 millones de dólares.

Jackman es uno de los actores actualmente más cotizados de Hollywood. Como protagonista y productor llevará a la gran pantalla también el cómic Ghostopolis, mientras que en Personal Security encarnará a un policía que debe proteger a una niña rica de unos secuestradores.

También está en negociaciones para el papel de un conductor de coches de carreras en Drive y ya se ha comprometido para el principal papel en la filmación del musical Carousel.