Identifican áreas de crianza y alimentación de delfines al sur de la Isla de Chiloé
Se trata de zonas cercanas a los ríos y a la presencia de bancos de huiro utilizadas por las especies de delfines chileno y austral. Ahí desarrollan actividades vitales, como buscar alimento, cortejar y cuidar a sus crías.

Un grupo de delfines australes puede recorrer entre 10 y 15 kilómetros en búsqueda de peces para comer. Durante la aventura se detienen esporádicamente solo para hacer cortos "escaneos" y así identificar a sus futuras presas. Cuando encuentra un área rica en alimento (de al menos 1.000 m2) pasan hasta cinco horas en un mismo sitio. Primero cazan y luego descansan para finalmente socializar, es decir, cortejar, aparearse, jugar y cuidar a las crías.
Esas zonas predilectas de los delfines son "clave" para la sobrevivencia de dos de las especies de delfines más abundantes en Chile: el austral y el chileno. Científicos del Centro de Ballena Azul (CBA) realizaron un estudio de seguimiento de estas especies e identificaron dos zonas de crianza y alimentación al noroeste (Fiordos de Comau y Riñihue) y al sur de Chiloé, específicamente en el Archipiélago de las Guaitecas.
REFUGIO PARA LAS CRÍAS
Durante tres años, los expertos han observado que estos delfines seleccionan o "prefieren" ciertos lugares con mayor intensidad. Se trata de pequeñas áreas asociadas a la posibilidad de encontrar alimento (peces) y refugio para cuidar a sus crías de potenciales depredadores como las temidas orcas.
Los delfines australes, que hábitan solo en aguas chilenas y argentinas, optan por áreas de baja profundidad y cercanas a ríos. "Pero sólo los que tienen aguas claras, ya que esta especie rechaza la poca visibilidad", dice Francisco Viddi, biólogo del CBA y autor del estudio. A diferencia de los acrobáticos delfines australes, los chilenos (que son endémicos y únicos en el mundo) prefieren ríos de aguas turbias, principalmente de origen glaciar, que transportan mucho sedimento. Por lo tanto, dice Viddi, pasan gran parte del tiempo en zonas poco profundas, cercanas a las costas y próximas a los ríos.
BOSQUES SUBMARINOS
Otra variable importante de estas áreas prioritarias es la presencia de bancos de huiro, macroalgas que forman verdaderos "bosques submarinos" extremadamente productivos. "Estos ecosistemas tienen procesos oceanográficos de pequeña escala, conocidos como 'frente de mareas,' que acumulan una serie de organismos que atrae a depredadores desde los peces hasta los delfines", explica el científico.
Tanto el delfín austral como el chileno habitan las aguas desde Valparaíso al Cabo de Hornos, sin embargo su distribución no es homogénea.
Estas especies son vistas con mayor frecuencia en la desembocadura del río Valdivia, Sur de Chiloé y en general, al sur de Puerto Montt.
Para identificar estas zonas claves de los delfines, los científicos utilizaron tres herramientas. Sistemas de información geográfica, imágenes satelitales y grabaciones acústicas para detectar sonidos de estos cetáceos y estudiar su comportamiento.
CONDUCTA CETÁCEA
Los delfines, comenta Francisco Viddi, tienen en general cuatro repertorios de conductas: alimentación, descanso, tránsito y socialización.
Esta última reúne una serie de conductas vitales para su sobrevivencia como cortejar, aparearse, jugar e incluso demostrar actitudes agresivas.
"La técnica de caza de los delfines chilenos es sorprendente", ejemplifica el científico. Estos cetáceos utilizan sofisticadas estrategias para acorralar a los peces cerca de la orilla. Se coordinan y toman turnos de a dos o tres para dar rápidas y fuertes enbestidas en contra del cardumen.
COMPORTAMIENTO DEL DELFÍN AUSTRAL: SALTOS, CORTEJOS Y RIÑAS
La socialización ocupa gran parte del tiempo de los delfines australes. De hecho, esta especie de cetáceo suele con frecuencia recorrer el mar en grupos de entre 10 y 15 individuos. El biólogo Francisco Viddi cuenta que durante el estudio, fue posible pasar horas siguiendo a los delfines sin perturbar sus conductas naturales. Las más llamativas, sin duda, fueron las de socialización.
Esas conductas en el delfín austral son con mucha interactividad física. Es común verlos saltar, dar coletazos y realizando persecuciones entre los individuos de un mismo grupo. "Cuando hay crías hemos observado delfines adultos en absoluto reposo (flotando como un tronco), mientras sus crías dan saltos o juegan con algas", dice el científico.
Esta especie, además, presenta un repertorio de sonidos muy complejo. Los expertos del Centro de Ballena Azul realizaron grabaciones acuáticas, donde lograron identificar sonidos relacionados con conductas sociales. "En particular, agrega Viddi, ciertos sonidos que creemos están asociados a actividades de agresión entre los individuos".
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