Hace ocho millones de años (fines del período Mioceno) América del Sur, y específicamente lo que hoy es Venezuela y parte de la selva amazónica de Brasil, estaba poblada de gigantescos animales. Uno de ellos acaba de ser identificado por un grupo de paleontólogos brasileños y venezolanos como una nueva especie de cocodrilo gaviálido llamado  Gryposuchus croizati. Sus medidas recuerdan a los dinosaurios: 10,15 metros de largo y un cráneo de 50 centímetros.

"Esta enorme especie vivía en un ambiente fluvial tropical, pero no selvático. Cerca del litoral, ríos de agua dulce y sabanas abiertas, como un estuario", dice a La Tercera Douglas Riff, profesor de la U. Estatal del Suroeste de Bahía (Brasil) que participó del estudio. Los dos cráneos casi completos y una mandíbula fueron encontrados en la llamada formación de Urumaco, al noroeste de Venezuela.

FAUNA GIGANTE
Esta zona, según el científico, es rica en fósiles. Se han encontrado abundantes peces de agua dulce, tortugas y mamíferos como perezosos (megatheridae) y roedores gigantes, además de una gran diversidad de cocodrilos que aún no han sido descritos. Como miembro del grupo Gavialidae, esta especie tiene rostro estrecho, largo y con dientes de gran tamaño cónicos muy similares en toda la mandíbula. "Esta es una característica  propia de un animal que se alimenta de peces", asegura Riff.

Actualmente, describe el estudio publicado en la revista alemana Palaeontologische Zeitschriff, existe sólo una especie de gaviálido vivo en la India (en peligro de extinción) y que mantiene características fisiológicas para una vida marina. Sus antepasados fueron arrasados por cambios climáticos que alteraron el paisaje. Surgieron zonas de selva muy cerradas y menos favorables para criaturas como cocodrilos, tortugas y roedores que hace 8 millones de años eran gigantes.