La Iglesia Católica italiana dijo que los sacerdotes no deben tener una "doble vida", al referise sobre un artículo y un video en una revista que mostraba a sacerdotes que frecuentaban locales gay en Roma, situación por la que expresó dolor y rabia.

Según un comunicado emitido hoy, nadie está forzando a los prelados homosexuales a permanecer como sacerdotes. "No queremos herirlos" pero su conducta "enloda la reputación del resto", dice el texto.

El semanario italiano Panorama - de propiedad del primer ministro Silvio Berlusconi- dio a conocer la historia de tres sacerdotes homosexuales que frecuentaban locales gay en Roma, entre "numerosos" casos descubiertos, y los filmó en fiestas con "taxi boys" e incluso durante encuentros sexuales con amantes ocasionales.

La diócesis romana dijo que el artículo tenía como intención difamar a la Iglesia.

"Las noches bravas de los curas gay" titulaba el reportaje, ilustrado en la primera plana del número del semanario que apareció hoy en los quioscos, con una foto de dos manos masculinas sosteniendo un rosario, con las uñas pintadas.

"Durante 20 días, un periodista de Panorama, con la complicidad de un amigo gay, se infiltró en las noches bravas de algunos curas que conducen una sorprendente vida doble en Roma: de día son sacerdotes de sotana, y de noche están perfectamente integrados en los ambientes homosexuales de la capital", explicó el artículo.

A partir de los "numerosos casos" que afirma haber descubierto, Panorama cuenta tres historias, usando nombres inventados. Se trata de Paul, un sacerdote francés de 35 años, Carlo, de unos 45, y Luca, un cura contactado por Internet y luego filmado en su casa, mientras mantenía una relación sexual con el cómplice del periodista.

El autor del reportaje cuenta que el 2 de julio encontró junto a su amigo gay a Paul y Carlo, en un local para homosexuales del barrio romano de Testaccio.

Frente a ellos, cuenta el periodista, "bailaban dos prostitutos medio desnudos" con varios hombres, incluyendo a Paul, y luego mantuvieron relaciones sexuales con algunos de ellos.

A la salida del local, el amigo del periodista acompañó al sacerdote francés hasta su casa, le pidió ponerse la sotana y mantuvo una relación sexual con él, que fue filmada.

Todas las filmaciones efectuadas para el reportaje, anunció Panorama, están disponibles a partir de hoy en la edición digital del periódico.

La noche siguiente al primer encuentro, Paul y Carlo volvieron a reunirse con el periodista y su amigo homosexual, esta vez en el Gay Village, donde "demostraron estar a sus anchas en ese ambiente".

El día siguiente, domingo 4 de julio, Paul celebró la misa sobre una mesita en su habitación, en presencia del periodista y de su amigo gay: de este modo Panorama confirmó que "efectivamente Paul es un cura".

El segundo encuentro con Carlo ocurrió en un restaurante del centro de la ciudad, "habitualmente frecuentado por homosexuales", según dice el texto.

Al cabo de la cena, "Carlo se llevó al cómplice de Panorama a su apartamento, que está conectado con una importante estructura eclesiástica, y tuvo una relación sexual con él", también ella filmada, afirma el periódico.

"El cronista de Panorama también ha filmado a Carlo mientras celebraba la misa, en un iglesia no muy distante de su habitación", puntualizó el semanario.

El tercer sacerdote, Luca, fue contactado por Panorama en un sitio de "chat" para homosexuales: luego de un diálogo explícito, se fijó una cita para el 6 de julio, "frente a la  iglesia de una misión católica".