En una ceremonia que contó con la asistencia de los reyes de España y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se inauguró hoy el decorado de la bóveda de una sala del Palacio del organismo internacional ubicado en la ciudad de Ginebra, cuyo precio de 23 millones de dólares ha desatado gran polémica en España.

La sala, ahora remodelada, data de los años 70 y es la número 20 del Palacio de la ONU y desde ahora será conocida como Sala de los Derechos Humanos y la Alianza de Civilizaciones, en honor a la iniciativa lanzada durante su primer mandato por el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. La decoración de la habitación, obra del artista español Miquel Barceló, corresponde a una bóveda elíptica de 1.500 metros cuadrados que se encuentra repleta de colores vivos y trozos de aluminio, cuya aplicación demoró más de un año en realizarse.

Para ello, se utilizaron más de 100 toneladas de pintura, más de un año de trabajo y 15 ayudantes entre arquitectos, ingenieros e incluso laboratorios de partículas físicas para desarrollar el aluminio con la resistencia adecuada para la cúpula.

"En un día de calor inmenso en medio del desierto del Sahara, recuerdo vivamente el espejismo de una imagen del mundo goteando hacia el cielo", contó Barceló. "Arboles, dunas, burros, seres multicolores manando gota a gota".

La cancillería española dijo que el gobierno socialista pagó el 40% del costo, y el resto fueron donaciones del sector privado, aunque algunas empresas importantes que se comprometieron a correr con esos gastos han cambiado de opinión a la vista de la situación económica mundial, lo que incrementará el aporte del contribuyente español.

De ese aporte, 500.000 euros (633.000 dólares) proceden de los fondos del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para el desarrollo de proyectos en ultramar y la Fundación ONUART.

Una conferencia de prensa que debían dar el martes el Ginebra Barceló y el ministro español de Relaciones Exteriores Miguel Angel Moratinos fue cancelada. Además, el gobierno socialista se ha negado a indicar cuánto pagó al artista por la obra.

La embajada española en Ginebra se negó igualmente a formular comentarios.

El opositor Partido Popular español se quejó de que parte de los fondos procede de proyectos para aliviar la pobreza y fomentar los cuidados médicos en los países más pobres del mundo, aunque el ministerio insistió que los honorarios de Barceló proceden de una partida diferente.

La disputa estalló la semana pasada en el parlamento y el diputado del PP Gonzalo Robles preguntó al gobierno "¿cuántos miles de niños podrían haber recibido atención?" con el dinero gastado en este proyecto. Los socialistas le acusaron de distorsionar los hechos.

En la inauguración, en presencia del rey Juan Carlos y su esposa, la reina Sofía, el secretario general Ban Ki-moon agradeció a Barceló por haber puesto su "talento singular al servicio del mundo".

"La obra de arte que ha creado para esta sala es innovadora y radiante", dijo el secretario general. "No tengo la menor duda que la gente acudirá a verla, tenga o no asuntos que despachar en este lugar".