Faltan horas para la elección a presidente de la FIFA y Jerome Champagne, diplomático francés, se desvincula del escándalo de corrupción que golpea al ente mayor del fútbol, por el que renunció Josep Blatter, de quien fuera su asistente por varios años.

En enero del año pasado quiso presentarse para dirigir la organización, pero no tuvo los apoyos suficientes. Esta vez tras, la suspensión de Blatter y Platini, y tras las denuncias de corrupción contra varios dirigentes, tiene al menos una chance de ganar: “No le voy a decir quién me apoya, porque hoy estamos en un sistema en que las confederaciones  hacen mucha presión para que las federaciones nacionales voten según instrucciones o recomendaciones. Yo sé que en Sudamérica, África, y en Europa, varias federaciones firmaron declaraciones apoyando a ciertos candidatos, pero no quiere decir que vayan a votar por ellos”, explica.

Champagne se enfrenta a dos grandes: el actual secretario general de la UEFA, el italo-suizo Gianni Infantino, por quién votaría la UEFA y la Conmebol y al Jeque Salman, presidente de la Confederación Asiática de Fútbol,  que tendría garantizado los votos de las confederaciones de África y Asia. También compiten el sudafricano Tokyo Sexwale y el príncipe jordano Ali bin Al Hussein.

“Las federaciones nacionales deben preguntarse si quieren un fútbol cada vez más elitista o un fútbol universal. Sudamérica tiene un fútbol fuerte por lo que debe terminar con esa sumisión a la UEFA, a Europa y a los clubes europeos.  El fútbol sudamericano debe retomar el desarrollo de sus competiciones nacionales. Brasil pierde mil jugadores por año. Es un orden injusto. América del sur produce la materia prima pero la materialización se la llevan los clubes europeos. Y luego,  ademas, deben pagar millones en derechos de transmisión de las ligas europeas para ver a sus estrellas.  Por eso América del Sur y la Conmebol deben votar por un candidato con visión mundialista y no regional”.

¿Cómo puede afectar el escándalo de la FIFA a su candidatura?

Yo nunca me ocupé de cosas financieras. Además a mí me echó de la FIFA un grupo de personas que hoy están todas suspendidas: Jerôme Varkle, el catarí Mohammed Bin Hammam y Michel Platini. Esto no me afecta.

¿Qué relación tiene con usted con Josep Blatter?

Es una relación social. Trabajé con él once años y luego él me echó. Pero lo respeto porque Blatter y Havelanche hicieron mucho en 40 años de fútbol. Ellos modificaron el mapa mundial de fútbol; aparecieron varias potencias futbolísticas como Panamá,  Venezuela, Cabo Verde y Omán; llevaron el mundial a Africa y Asia, y desarrollaron el fútbol femenino. Los historiadores de fútbol juzgarán mejor a Blatter que lo que actualmente están haciendo los medios de comunicación.

¿El escándalo de corrupción en la FIFA tocó sobre todo a las confederaciones sudamericanas. Es una mala señal?

Hay que esperar, pues las investigaciones no están terminadas. Hay que respetar la presunción de inocencia, excepto a las personas que reconocieron su culpabilidad. La FIFA puede estar acusada de muchas cosas, pero éstas fueron hechas por las confederaciones continentales.

¿Conoce a Sergio Jadue?

Claro. Yo dejé la FIFA en enero de 2010, cuando aún no era presidente de la ANFP. Pero lo conocí porque soy consejero de la Federación palestina de fútbol y trabajé con el fútbol palestino.

¿Y qué le parece el alejamiento de por vida dictado por el comité de ética?

No pienso nada, porque no conozco la investigación. Yo sólo sé que reconoció su culpabilidad.

¿Qué sabe de Chile?

Sé que después de su victoria en la Copa América, la primera en 99 años, hemos visto el potencial de su fútbol,  que conocemos desde el Mundial del 62, y que vemos a diario a través de sus figuras.  Además lo conozco por trabajar con la comunidad palestina, sé el aporte que hacen los jugadores chilenos de origen palestino a la selección palestina.b