"Fue muy fácil rodar con ellos, son maravillosos", explicó el director de la cinta, quien, tras referirse a sus actores como un regalo de Navidad añadió "¿dónde tengo que firmar para volver a trabajar con ellos?"

John Travolta también elogió al realizador al calificar de fantástico el trabajo con él y aseguró que "no te pide nada que él no haría". Precisamente, el actor estadounidense explicó que fue él mismo quien rodó el 95 por ciento de las escenas de acción. "Fue un reto, pero si fuera fácil no tendría gracia", afirmó.

Para la actriz polaca Kasia Smutniak, la dificultad se encontraba en el aspecto psicológico de su personaje, y no en las escenas de acción, por lo que para afrontarlo mantuvo primero "una larga conversación con Pierre Morel" según sostuvo. "Es muy fácil hacer de chica buena o de chica mala, pero yo quería dar un poco de realismo y mostrar el lado humano", explicó.

El asistente de la embajada de Estados Unidos encarnado por Jonathan Rhys Meyers es quien aporta toques de humor a la película aunque el actor irlandés afirmó que nunca ha pensado en hacer una comedia puesto que "intentar ser gracioso es horrible". El actor, que conoció la fama internacional de la mano de Woody Allen con "Match Point", declaró que la ingenuidad de su personaje y las situaciones son las que hacen reír.

En la película John Travolta da vida a un agente de la inteligencia estadounidense que se desplaza a París para evitar un ataque terrorista. En su misión le ayudará un formalista asistente de la embajada de Estados Unidos con ansías de espía, encarnado por Rhys Meyers, quien se verá sobrepasado por los métodos poco convencionales que utiliza su compañero.

El sello de Luc Besson se halla tras esta cinta producida por su compañía, a la que también ha aportado el argumento, demostrando que es uno de los mejores exportadores del cine europeo de acción.

John Travolta afirmó que no tiene predilección por ningún género en particular siempre y cuando el proyecto "sea bueno".