Los futbolistas son jugadores muy apegados a las cábalas. Algunos de ellos, antes de ingresar a un partido, entran con el pie derecho, se persignan o besan el campo de juego.

Pero hay una "maldición" que se hace presente en las finales. Según afirman los propios jugadores, tocar el trofeo en la antesala al partido que definirá al campeón, trae mala suerte y complica las opciones de coronarse campeón.

Y, al parecer, la "maldición" se volvió a hacer presente en Munich. Anatoliy  Tymoschuk, defensor del Bayern, tocó la Copa cuando su equipo ingresaba al campo de juego. El resultado final: Chelsea se coronó campeón tras definir a su favor la serie a penales por 4-3.

Este suceso ya se había producido durante el 2004-2005. Liverpool y Milan luchaban por el trofeo de la Champions League y Gennaro Gattuso, jugador del Milan, tocó la Copa cuando ingresaba al campo de juego. Finalmente, su equipo perdió la final ante el Liverpool Fen la tanda de penales después de ir ganando 3 a 0.