Histórico

La dosificación

Apareció como siempre. Esta palabra, tan usada en el fútbol de hoy, escribe un nuevo capítulo a propósito del comienzo de la participación de los clubes chilenos en las competencias internacionales. El concepto, seguramente surgido conjuntamente con la ambición del mercado de jugar más y más partidos para incrementar el negocio y los millones de dólares, se instaló hace tiempo en nuestro fútbol. Recuerdo los primeros ejercicios de dosificación y los intentos de justificarlos en el fútbol de Argentina. Se instaló como una verdad absoluta que aquellos equipos que clasificaban a Copa Libertadores estaban obligados a optar por uno de los dos frentes y descuidar el otro, alineando suplentes. De más está decir que el torneo elegido era casi siempre el internacional, por lo que sus hinchas estaban obligados a olvidarse de la competencia interna. El ejemplo llegó rápido y como es habitual copiar lo peor del balompie argentino, el fútbol chileno tomó esta práctica y la incorporó de inmediato. De ahí en adelante, muchos partidos de nuestro fútbol se jugaron con suplentes y hasta juveniles, faltándole el respeto al público, al que por supuesto no le bajaron ni un peso la entrada por la pérdida de calidad del espectáculo por el que pagaban. Una vergüenza. No me imagino asistir a una obra de teatro donde los actores sean cambiados para poner a otros de menor nivel. Tampoco ocurre en el cine donde a uno le exhiben la película que va a ver y no te la cambian por otra. Inaceptable. Esa es otra de las razones por las que el fútbol ha perdido tanto terreno en la industria del entretenimiento. Debe ser de las pocas actividades que depende tanto del público y éste es tomado tan poco en cuenta.

Pero la dosificación no sólo es reprochable por eso. Futbolísticamente también resulta impresentable que los jugadores de Colo Colo pidan descansar para evitar el desgaste, cuando llevan menos de 10 partidos en la temporada.  Increíble. ¿Qué los tiene agotados? ¿Puede Colo Colo darse el lujo de prescindir de Esteban Paredes y Jaime Valdés? Definitivamente no . Ayer quedó demostrado, al punto que José Luis Sierra tuvo que corregir en el segundo tiempo y ponerlos para ganar a uno de los peores equipos del año. Barcelona, que  es campeón en casi todos los torneos donde participa, juega cerca de 80 partidos con 15 jugadores. De hecho, Messi, Suárez y Neymar son siempre titulares. Ayer, Manuel Pellegrini puso equipo alternativo en un dejavú muy sudamericano y le hicieron 5. El fútbol sudamericano tiene muchos vicios y el verso de la dosificación es uno de ellos. Lo asocio más a flojera que a estrategia.

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