Histórico

La Fórmula 1 da el último adiós a Jules Bianchi

El piloto francés, que murió nueve meses después de su accidente en el GP de Japón, fue despedido por familiares y compañeros en Niza.

Un casco de piloto sobre el ataúd: la élite de la F1, entre ellos Lewis Hamilton y Alain Prost, dijo adiós en Niza a Jules Bianchi, el joven francés que murió en la noche del  viernes, tras pasar nueve meses en coma después de su accidente en el Gran  Premio de Japón.

Bianchi, gran esperanza de la Fórmula 1, hubiera cumplido 26 años el 3 de  agosto, y hubiera sido parte del prestigioso equipo italiano, Ferrari. Pero  este gran futuro se vio truncado por el accidente en octubre de 2014 en el circuito de Suzuka.

Su funeral tuvo lugar en Niza, su ciudad natal, en donde falleció. Con la  presencia de numerosos pilotos de todas las edades, incluyendo a la casi  totalidad de sus compañeros en las dos temporadas que compitió en la Fórmula 1  en el seno de la escudería Marussia.

Al finalizar la ceremonia, el féretro salía de la catedral Sainte-Réparate  acompañado por el alemán Sebastian Vettel (de quien podría haber sido compañero  en Ferrari), como por otros pilotos como Romain Grosjean o el brasileño Felipe Massa. Dos grandes retratos del joven piloto francés adornaban la fachada de la  catedral.

Todos los pilotos desfilaron ante el ataúd sobre el que se encontraba el  casco de Bianchi. Las leyendas galas Alain Prost u Olivier Panis, las estrellas  de Mercedes, Hamilton y el alemán Nico Rosberg, y jóvenes corredores que sueñan con llegar a la Fórmula 1 como hizo Jules Bianchi, como Adrien Tambay y  Norman Nato.

 "Adiós joven"

Una hora antes, el ataúd entraba en la catedral a hombros de estos jóvenes pilotos, sus "hermanos de carrera", según el sacerdote Sylvain Brison.

Solo la familia y sus allegados entraron en el edificio para una ceremonia íntima. Sobre la explanada adyacente, un centenar de personas se acercaron a  rendir tributo a Bianchi, primer piloto de Fórmula 1 que muere en competición desde el fallecimiento del triple campeón mundial el brasileño Ayrton Senna en  mayo de 1994.

Toda la multitud se emocionó y aplaudió lentamente cuando al paso del  ataúd, una guitarra acústica lanzaba las notas de 'Hotel California', el éxito del grupo musical Eagles. "Adiós joven", gritó una mujer mostrando sus  condolencias.

El alcalde de Niza, Christian Estrosi, el presidente de la Federación  Internacional de Automovilismo (FIA), Jean Todt y el Secretario de Estado de  Deportes, Thierry Braillard, estuvieron presentes en la ceremonia.

"La muerte de Jules (Bianchi) es profundamente injusta", dijo el sacerdote.  "Él fue feliz, porque su sueño se hizo realidad". Las carreras de coche "eran  su vida, su vocación. Era un campeón dotado de un talento fuera de lo común,  pero también un joven con una extraordinaria humildad".

"Jules nunca subió al podio en la Fórmula 1, por lo que les pido que  aplaudan ahora", lanzó el prelado al final de la ceremonia ante una emocionada  multitud.

Bajo todas las miradas, el número 17, un número que nadie llevará jamás en la Fórmula Uno, como decidió la FIA el lunes en homenaje al joven Jules Bianchi.

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