Esta noche, el rapero Pitbull cierra la cuarta noche de festival con el cartel de ser uno de los representantes latinos del hip hop de mayor renombre en Estados Unidos, gracias a éxitos continentales como I know you want me y Hotel room service.

Pero lo que muchos desconocen es que cuando el cantante era sólo una promesa en la música, hubo una dupla de productores chilenos que creyeron en su talento y se dedicaron a convertir al cubano en una estrella de alcance global.

Ellos fueron Luis y Hugo Díaz, conocidos en Estados Unidos como Diaz Brothers: dos hermanos chilenos radicados hace más de 30 años en el país del norte, y que se han hecho un nombre en la música anglo gracias a su trabajo para artistas de la talla de Puff Daddy, Beyoncé y Lauryn Hill, además de nombres latinos como Daddy Yankee, para quien participaron en el equipo de producción de su disco El cartel: the Big Boss (2007).

"Conocí a Pitbull en 2002", parte recordando Luis Díaz (en la izquierda en la foto), la mitad de la dupla que emigró a Estados Unidos en 1976, cuando ambos hermanos eran niños. "Yo estaba mezclando un álbum de Luther Campbell (2 Live Crew) y 'Pit' estaba firmado como artista del sello Luke. Un día estaba en el medio de una mezcla cuando entra un joven cubano con trenzas, se sienta al lado mío y empieza a conversarme. Mi primera impresión fue que era un practicante que trabajaba para el sello", añade.

Díaz sigue rememorando sobre su primer encuentro con el rapero: "Él me empieza a contar que era un artista y que la voz que se escuchaba en la mezcla era la de él. Después de hablar por unos minutos tengo que decir que me impresionó mucho. Nosotros buscábamos un artista y pensé 'este joven va a ser una tremenda estrella'".

Luego de esa conversación, pasaron cuatro meses y Pitbull llamó a los chilenos para trabajar con ellos, y así comenzó una sociedad muy fructífera para ambas partes. Los Diaz Brothers produjeron algunas de las primeras canciones del artista, como Oye, Culo y She's so freaky, de su álbum debut M.I.A.M.I (2004).

"Él siempre fue talento puro, tenía esa magia especial que no se puede explicar, que muy pocos lo tienen. Yo sabía que este muchacho iba a tener mucho éxito", agrega Luis Díaz, quien en los últimos años se separó profesionalmente de Hugo, así como de Pitbull, ligado a otros productores en sus siguientes trabajos.

Por estos días, Luis tiene un nuevo "ahijado musical", Casely, pero aún ansía cumplir uno de sus mayores deseos profesionales: trabajar con un artista de su país de origen. "Hasta ahora no he tenido la oportunidad de de colaborar con algún chileno, pero le estoy poniendo empeño para que Chile sepa que yo estoy aquí, y tal vez surge la oportunidad", dice.