La historia económica de Venezuela toca fondo
A un año de la muerte de Hugo Chávez, la economía de ese país ya no figura entre las tres mayores de América Latina, como hace cinco años. Un crecimiento de 1,1% en 2013 y la inflación sobre 58% la tienen hoy sin rumbo.<br>
HACE casi medio siglo, el influyente académico estadounidense Samuel Huntington contrastó la prosperidad de la que gozaba Venezuela, con el infortunio de que "la estabilidad le es una meta elusiva". Luego de 10 gobiernos y tres golpes de Estado, la paradoja decantó para mal: hoy, el país está sumido en el período de mayor incertidumbre de su historia reciente y de su prosperidad quedan más bien recuerdos.
En los 60, Huntington se maravillaba con "el fenomenal ritmo de crecimiento económico" del país. Fueron años de auge social y económico que se extendieron por varias temporadas: "Recuerdo cuando Videla y Pinochet gobernaban Argentina y Chile (...). Venezuela recibía la emigración de esa era", opina hoy el economista venezolano Miguel Octavio, de BBO Servicios Financieros.
La relevancia económica de Venezuela fue siempre muy superior a la chilena. Hasta hace cinco años se mantenía como la tercera mayor economía de América Latina, después de Brasil y México.
Pero hoy Venezuela es la quinta y posiblemente será la sexta dentro de poco, porque Chile acorta la brecha rápido y lo seguirá haciendo en los próximos años, señalan las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La ausencia de Chávez
A un año del fallecimiento de Hugo Chávez, quien presidió Venezuela entre 1999 y el 5 de marzo de 2013, la economía venezolana sólo se ha deteriorado, pese a los altos precios del petróleo. "La falta de liderazgo después de la muerte de Chávez ha dejado un gobierno sin un curso claro, aumentando la incertidumbre", escribe Alejandro Arreaza, economista de Barclays.
El deterioro venezolano se verifica en varias dimensiones. La economía pasó de crecer 5,6% en 2012, a sólo 1,1% el año pasado y apenas se expandiría 0,3% en el actual, según cálculos de Arreaza. La contracción de la inversión es otra variable: de crecer 23,3% en 2012, cayó 5,6% en 2013.
Luego está la inflación, que en 2013 cerró con un alza de 58,7%, y un índice de escasez figura en su punto más alto desde, al menos, 2007.
Al mismo tiempo, el tipo de cambio luce incluso más desequilibrado que el de Argentina. El dólar no oficial está sobre los 60 bolívares, valor muy por sobre el tipo de cambio oficial, de 6,3 bolívares. Para Arreaza, el cambio no oficial está sobredimensionado y Venezuela requeriría de una devaluación de 55%.
A juicio de Octavio, "lo más preocupante es la escasez, que se ubica en 28%, y el sector privado se encuentra de manos atadas, ya que el gobierno dijo no poder pagarle US$ 8.500 millones que le debe de importaciones ya vendidas".
Tal deterioro, entre otros numerosos factores políticos y también sociales, es lo que ha generado el descontento ciudadano y político y los llamados a protestar. "Con una eco- nomía hecha pedazos, la escasez aumentando y Nicolás Maduro actuando como si no hubiera urgencia para atender los problemas económicos, las protestas sólo pueden añadir participantes", advierte Octavio.
El proceso
Aún con Chávez inaugurando temprano en su gobierno políticas económicas cuestionadas en su país, el auge del petróleo mantuvo a Venezuela como la tercera mayor economía de la región, hasta que el boom comenzó a decaer.
Las cifras del FMI indican que la economía venezolana en los 14 años de gobierno chavista avanzó más que en el período previo de igual extensión. Y fue tanto que, medido en dólares, el PIB venezolano llegó a casi duplicar el de Chile en 2009. Igual tendencia se observa en las mediciones en dólares internacionales o usando paridad de poder de compra.
Pero el impulso duró mientras lo hizo el boom de las materias primas (ver gráficos).
En los años posteriores a la crisis internacional de 2008, Chile ha reducido en forma importante la brecha que la separaba de Venezuela. En 2013, el PIB chileno a precios de mercado cerró en US$ 282.000 millones y el venezolano llegó a US$ 367.000 millones, según datos del FMI. La brecha es de US$ 85 mil millones, es decir, del tamaño de Ecuador.
La estimación del Fondo es que la diferencia se acortará a una tasa promedio de US$ 15.000 millones por año, entre 2013 y 2018. A ese ritmo los analistas confían en que el próximo set de estadísticas globales del FMI -que se publicará en abril- mostrará que en 2019, Venezuela habrá perdido aún más posición entre las economías relevantes de la región, a manos de Chile.
A futuro
El FMI calcula que entre 2013 y 2018, el avance de la economía venezolana será casi nulo. Pero a más corto plazo, el panorama podría ser incluso más sombrío. Con el golpe contra Chávez en 2002 aún fresco en la memoria, los venezolanos conocen la dinámica que pueden tomar las cosas como consecuencia de crisis políticas como la actual.
"No podemos descontar la posibilidad de que, dada la dificultad de mantener el control de la situación económica y política a través de consensos, el gobierno vaya a intensificar el uso de la fuerza. Esto puede abrir una caja de Pandora, cuyo resultado es difícil de predecir", explica Arreaza.
Agrega que "el gobierno podría tratar de imponer su voluntad, transformándose en un régimen mucho menos democrático, lo que, de todos modos, sería un riesgo para su propia estabilidad".
Un aumento en la violencia como respuesta a la represión, continúa, podría conducir a divisiones dentro del gobierno, "particularmente en el Ejército, lo cual no ha sido evidente hasta ahora, y podría gatillar un cambio en el gobierno".
Octavio coincide y se pone en el mismo caso: "Tanto como en 2002 o en Ucrania hoy, estas protestas tienen consecuencias y finales no previstos. Algún 'tenientico', por ejemplo, puede interpretar la situación erróneamente. ¿Por qué no? Si Chávez lo intentó, ¿por qué no él?", se pregunta.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.