La II Guerra Mundial sigue alimentando Hollywood, 70 años después

Setenta años después del comienzo de la II Guerra Mundial esta contienda sigue siendo una fuente inagotable de historias para Hollywood, donde se han producido más de 200 películas sobre el conflicto, algunas auténticos clásicos del cine.
El desembarco de Normandía, el ataque nipón a Pearl Harbor y, sobre todo, el Holocausto judío son los episodios más explorados por la filmografía estadounidense sobre esta conflagración.
La invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939 desató los enfrentamientos en Europa que luego se trasladarían al resto del mundo y tan solo un año después John Ford ya estrenaba The Long Voyage Home, con John Wayne como protagonista.
Desde entonces, la meca del cine no ha dejado de recurrir a la II Guerra Mundial para cautivar a los espectadores y hacer caja, especialmente en las décadas de los 40 y 50, aunque es significativo el repunte que ha vivido a partir de finales de los 80.
Hollywood estrena al menos un filme por año ambientado en este conflicto (a excepción de 1991) desde la cinta de Steven Spielberg Empire of the Sun (1987) con un jovencísimo Christian Bale en el papel principal, una tendencia que tuvo su último capítulo este mes con Inglourious Basterds de Quentin Tarantino.
Spielberg, uno de los numerosos judíos en esta industria, es precisamente uno de los cineastas que más ha visitado esta guerra en sus filmes.
Comenzó con la comedia 1941 (1979) y utilizó a los nazis como antagónicos de Indiana Jones en las varias entregas de esta saga, se adentró en el holocausto con Schindler's List (1993) y presentó su recreación del desembarco de Normandía en Saving Private Ryan (1998).
La invasión aliada en tierras francesas fue tratada también en el clásico The Longest Day (1962) con John Wayne, Robert Mitchum y un treintañero Sean Connery, así como en The Dirty Dozen (1967).
De esa década es también The Great Escape (1963), un referente en cuanto a títulos de películas de prisioneros, donde llama la atención Escape to Victory (1981) por su combinación de fútbol y guerra, así como su reparto: Sylvester Stallone, Michael Caine y Pelé.
Más recientemente se vio The Boy in the Striped Pajamas (2008) o Defiance (2008) con Daniel Craig, que toca los esfuerzos de unos judíos por evitar caer en manos de los nazis y sus campos de concentración.
Sobre el conflicto en Europa, Hollywood dejó filmes como el clásico Patton (1970), o Kelly's Heroes (1970), junto con Miracle at St. Anna (2008) de Spike Lee o la romántica The English Patient (1996).
Charles Chaplin y su The Great Dictator (1940) e incluso el musical The Sound of Music (1965) guardan relación con lo ocurrido en el Viejo Continente.
La otra orilla del Mediterráneo ofreció diferentes escenarios a los estudios, como la batalla de El Alamein y los enfrentamientos con el Afrika Korps del mariscal germano Erwin Rommel, apodado "El zorro del desierto", y títulos como "Sahara" (1943) con Humphrey Bogart.
Un año antes, este galán había hecho mítica la frase "tócala otra vez, Sam" en Casablanca.
Pero lo que ocurría en Europa sólo era una parte de la guerra que también se vivía en el Pacífico.
El ataque japonés a la base naval estadounidense de Pearl Harbor en el archipiélago de Hawai supuso la destrucción de la flota formada por el presidente Franklyn D. Roosevelt para tratar de amedrentar el expansionismo nipón en la región y la entrada de EEUU en el conflicto.
Películas como From Here to Eternity (1953), Tora! Tora! Tora! (1970) o Pearl Harbor (2001) repasan este acontecimiento, al que siguieron posteriores confrontaciones en este frente en las que EEUU se tomó la revancha, algo que tuvo su reflejo en el cine.
Hollywood, sin embargo, ha pasado de puntillas hasta la fecha por el lanzamiento de las bombas atómicas estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki, una masacre que puso fin al conflicto.
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