Histórico

La trama de la caída de Ximena Ossandón

Históricos desencuentros entre sus hermanos -Roberto y Manuel José- con el segundo piso de La Moneda y la UDI, respectivamente, estuvieron presentes en la renuncia a la Junji de la ex concejala por Las Condes.

El miércoles en la mañana la vicepresidenta ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) recibió un llamado de su hermano mayor Roberto Ossandón -presidente del Instituto Libertad y del directorio de la Polla Chilena de Beneficencia- quien la retó por su polémica publicación en Twitter, en la cual calificó su sueldo de "reguleque".

La ex concejala de Las Condes se descompensó inmediatamente. Entre mareos, partió al baño a mojarse la cara para tranquilizarse. Luego, rezó por un buen rato. Al abrir los ojos, tomó el teléfono y llamó al timonel de RN, Carlos Larraín.

"No hay nada más que hacer, don Carlos", le dijo y le pidió negociar con Sebastián Piñera que el cupo de la Junji siguiera en manos de ese partido. Además, le sugirió el nombre del auditor de la repartición, el ex DC y hoy RN Hernán Ortiz como su reemplazante más idóneo.

La siguiente llamada fue para el titular de Educación Joaquín Lavín, a quien le solicitó que en público hiciera una evaluación justa de su gestión en la Junji. Y que enviara un recado similar al segundo piso de La Moneda, específicamente a la jefa de asesores María Luisa Brahm. También deslizó su intención de volver a ocupar un cargo público en el mediano plazo. El ministro le ofreció moverla a otra repartición, pero Ossandón no aceptó. "Hoy soy un queso podrido ante la opinión pública. No quiero que me escondan como tal", le dijo.

La compleja semana de Ossandón se había iniciado el día después de Navidad, luego de que La Tercera informara sobre la inminente decisión de La Moneda de removerla de su cargo, por no haber postulado a través del sistema de Alta Dirección Pública (ADP) a la Junji, tal como lo exige la ley. Inmersa en los festejos navideños junto a su marido, el empresario Luis Hernán Paul, y sus nueve hijos, la vicepresidenta de Junji sólo se enteró del trance por una llamada del mismo Roberto. Ahí comenzó a fraguarse una historia con una suma de ingredientes desconocidos, marcados por la tensa relación entre los Ossandón y La Moneda.

Ximena Ossandón Irarrázaval, la quinta de seis hermanos (Roberto, Rafael, Ignacio, Manuel José y María Olga) es dueña de una corta carrera política, heredada de su padre, Roberto, actual miembro de la comisión política de RN. La misma se inició en 2008, con su frustrada aspiración a la alcaldía de Lo Barnechea, la comuna donde reside, donde perdió la primaria de su partido ante Felipe Guevara por amplio margen. Pese a ello, en los comicios de octubre de ese año llegó al concejo municipal de Las Condes, respaldada por Carlos Larraín, concejal por la misma comuna.

Miembro del Opus Dei, Ossandón realiza hasta hoy una intensa actividad de ayuda pastoral y social en la parroquia Santa Teresita de Lo Barnechea y en comunas del sector sur, como La Pintana y Puente Alto. Durante la campaña de Piñera, fue también una de sus más esforzadas colaboradoras, moviéndose en las comunas más populares. En La Pintana, cuentan en su familia, fue asaltada y su coche apedreado. También suele donar su sueldo completo a causas sociales. Lo hizo cuando era gerenta de la empresa Mundotour y así lo repitió en la Junji.

Entusiasmada con colaborar con el gobierno de Piñera, y ayudada por su hermano Manuel José, Ximena Ossandón decidió aceptar el ofrecimiento de instalarse en el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), lo cual -según explican en La Moneda- no fue visto con buenos ojos por la UDI, celosa de la base electoral existente en el cada vez mayor grupo de la tercera edad. El nombramiento no se produjo.
Entonces fue que recaló en la Junji, conocido bastión bacheletista, conducido con mano firme en la anterior administración por Estela Ortiz, integrante del grupo íntimo de la ex presidenta. No era necesario que renunciara a la concejalía. De hecho, su puesto fue ocupado por el actual director de Fonasa, Mikel Uriarte-, pero lo hizo por solicitud del Mineduc.

En la Junji, narran sus cercanos, se encontró con un gigantesco aparato administrativo y un gasto desproporcionado. "Era un paisaje lunar", comenta Carlos Larraín, quien fue uno de sus principales sostenes. Ossandón y su equipo se encontraron con trabas tales como tres claves de acceso desconocidas en los computadores y la ausencia de respaldo en discos de la gestión anterior.

LAS PRIMERAS TURBULENCIAS
Según cercanos a Ximena Ossandón, apenas llegó a la Junji se enteró de que debía postular a través del sistema de ADP por un comentario del diputado Carlos Montes (PS) en el Congreso. El jefe de RR.HH. de la repartición le comunicó que hablaría con su par en el Mineduc para resolver el trámite administrativo.

Una vez finalizado el concurso, el mismo colaborador se desentendió del proceso, lo que en RN atribuyen a su filiación concertacionista. La propia Ossandón llamó al ministro Lavín para informarle de la situación y solicitar su consejo al respecto. Este la habría tranquilizado, explicándole que el ministerio tenía la facultad para declarar el concurso desierto y mantenerla en el cargo sin mayores problemas.

Fue entonces cuando comenzaron los traspiés comunicacionales de Ossandón. Primero, el viernes 18 de junio, cuando tras reunirse con el subsecretario de Educación Fernando Rojas para analizar los casos en que se justificaba la extensión de horario en los jardines, tuvo una desafortunada salida ante la prensa.

"Cuando la mamá decida irse a tomar, ir a la playa o a tomar un café con una amiga, dejando al niño en nuestras salas, eso es lo que tenemos que evitar", dijo.

En julio, las primeras denuncias de irregularidades de la administración anterior salieron a flote. Se dio a conocer un déficit de $ 4.500 millones y la contrata, a comienzos de año, de 1980 personas que hasta el 31 de diciembre de 2009 estaban a honorarios. Asimismo, ya se había asignado el 84% del presupuesto de los 230 mil millones del presente año y se realizaron diversos gastos considerados dispensables.

Posteriormente, el semanario "The Clinic" sacó a colación la instalación de su polémica figura de una Virgen con el Niño en brazos -la cual colocó en el frontis de la Junji de calle Marchant Pereira a fines mayo-, con una entrevista a Ossandón, en la cual dejó en claro su membresía Opus Dei y los preceptos que marcarían su accionar a cargo de la Junji.

Sus propios hermanos le pidieron que no hiciera más declaraciones, pero Ximena volvería a escena con otra polémica entrevista, esta vez en la revista "Paula", a mediados de diciembre, en la cual calificó al padre Fernando Karadima -quien ofició su matrimonio, al igual que el de su hermano Manuel José- como "un prócer de la Iglesia tentado por el demonio".

Sus declaraciones cayeron muy mal en La Moneda. Con las encuestas a la baja tras la primavera del efecto minero y las acusaciones -nunca probadas- de que el gobierno intervino en las elecciones de la ANFP, en Palacio resintieron que la directora de un servicio público emitiera juicios valóricos ligados a una derecha tradicional de la que el gobierno apuesta a distanciarse.

De acuerdo con fuentes de Palacio, el propio Piñera comentó a sus cercanos que Ossandón había "sobrepasado todos los límites", inmiscuyéndose en temas ajenos a su repartición y tan delicados como el caso Karadima, del cual incluso el nuevo arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, había tomado distancia.

A ello se sumó otra entrevista, esta vez de su hermano Manuel José a "El Mercurio", en la cual criticaba duramente al ministro de Mideplan, Felipe Kast, por haber llevado un actor disfrazado de mendigo al último encuentro de Enade.

SE ACELERA LA CAIDA
Enterado de la trama administrativa que amenazaba con remover a su hermana del cargo, Manuel José Ossandón llamó el lunes a la jefa de asesores del segundo piso de La Moneda, María Luis Brahm, para manifestarle su molestia por el trance.

La conversación, según supieron cercanos a ambos, fue subiendo de tono. Tanto, que Brahm le pidió a Ossandón calmarse y juntarse a almorzar en Palacio al regreso de sus vacaciones, este martes.
El alcalde también le envió un mail a Piñera explicándole que no saldría en defensa de su hermana, por cuanto la solución seguía siendo administrativa.

Pero la decisión ya había sido tomada y Ximena Ossandón no seguiría en el cargo. Sus cercanos en el gabinete, el propio Lavín, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y el titular de Economía Juan Andrés Fontaine, socio de toda la vida de su marido, no se inmiscuyeron.

El lunes, cuando ya era un hecho público el trámite que no hizo Ossandón ante la ADP, Lavín alabó públicamente la gestión de Ossandón y comunicó que su situación sería resuelta a mediados de enero. En privado, le pidió no hacer ninguna declaración a la prensa y le comunicó que la mantendría en el cargo hasta mayo, para luego reemplazarla por uno de los seleccionados por el ADP.

En el intertanto se tejieron variadas hipótesis: una de ellas apuntaba a una pulseada entre la "nueva derecha" -representada por Hinzpeter- y el sector conservador de RN, encarnado en Carlos Larraín y los Ossandón. La segunda tesis apostaba por el anuncio de la próxima candidatura senatorial de Manuel José Ossandón por Santiago Oriente, donde podría desafiar nada menos que al UDI Pablo Longueira. El conflicto no es nuevo: según fuentes de RN, la propia UD fue quien vetó la intención original de Piñera de nombrar al alcalde de Puente Alto como ministro de Vivienda.

El río estaba revuelto, pero Lavín había conseguido ampliar los plazos.

El miércoles 29, sin embargo, la ex concejala de Las Condes sucumbió a Twitter, la red social de moda en la política chilena. A través de ese medio se enfrascó en una discusión, luego de ser conminada a trabajar. "Te pagan para hacer bien la pega en Junji y no por dar declaraciones públicas", le dijeron.

"Mi pega la he hecho bastante bien, ahora la paga es bastante reguleque!! Sniff", respondió Ossandón.

Troya ardió en pocos minutos. Decenas de respuestas y burlas inundaron la red.

Carlos Larraín, quien en privado había criticado sus intervenciones ante la prensa, y sus hermanos también le quitaron el piso. Dos de ellos la llamaron inmediatamente para retarla por su nueva salida. Roberto fue más allá y se comunicó con su marido, Luis Hernán Paul, quien estaba en una reunión de directorio de Enami junto al ministro de Minería Laurence Golborne, para pedirle que controlara a su mujer.

Pese a todo, la tarde de ese miércoles, Ximena estaba decidida a terminar su prórroga a cargo de la Junji para luego tener una "salida digna". Fue Larraín quien congeló la conferencia de prensa a la cual ella citó para ganar tiempo en sus negociaciones con Piñera. También le dijo que debía renunciar. Para ello, envió a la vicepresidenta de RN, Cecilia Pérez, quien fue recibida en La Moneda por el Mandatario.

Este le garantizó que el partido no perdería el cupo y que la gestión de Ossandón sería públicamente bien evaluada. Luego, Pérez llegó a las oficinas de la Junji, donde se reunió con Ossandón y sus colaboradores. Pocos minutos después se dio a conocer un comunicado de prensa con su renuncia.

Esa misma noche, mientras Manuel José calificaba la incursión de su hermana en Twitter como una "estupidez", en entrevista con Chilevisión, Ximena escribió dos correos electrónicos a Piñera. En el primero le agradeció la oportunidad que éste le dio a cargo de la Junji. Pocos minutos más tarde, remitió el segundo con una frase que había olvidado, diciéndole que estaba disponible para cualquier cargo que él estimara conveniente una vez que amainara la tempestad.

El jueves por la mañana, el alcalde de Puente Alto respondió desde La Serena  la llamada de su hermana: "Te pido perdón si te hice daño", dijo la atribulada profesora de inglés.

Ximena también habló ese día con su otro hermano, Roberto, quien le comentó que "reguleque" era uno de los tópicos más populares en Twitter. "Debiéramos inscribir la marca", bromeó ella.

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