Es un nuevo día de competencia y los veleros se disponen a continuar la travesía en Chiloé. El tiempo ha sido muy cambiante durante los días de competencia. Los veleros zarpan con un sol imponente en el cielo y en cosa de segundos las nubes cubren parte del Golfo de Ancud.

Una de estas delegaciones que se alista para continuar en la Regata Santander Chiloé 2016 es la que conforman Aurelia, Amelia y Antonia Zulueta. Estas hermanas oriundas de la Quinta Región siempre han tenido una vida ligada a navegar sobre el mar y ahora compiten juntas.

Antonia tiene 29 años y es la menor del clan. Ella se desempeña como parvularia hace seis años en un colegio de Viña del Mar. Al igual que sus hermanas, la navegación fue una pasión que le inculcó su padre, Mauricio Zulueta. “Desde muy pequeñas nuestro padre nos llevó a navegar durante meses recorriendo la zona sur de nuestro país”, recuerda.

Durante el primer tramo de la competencia que va de Castro a Chonchi, la embarcación HDI Seguros Eucerin de la categoría J105, a la que pertenecen las hermanas, iba en la onceava posición del recorrido. Pero en las últimas millas comenzaron una arremetida que las dejó en la cuarta posición de su clase en el primer día. Esta gran actuación demostró que ellas buscan ser igual de competitivas que los demás, “nosotras no vinimos a pasear sino por un podio”, asegura Antonia.

La capitana del velero es Aurelia, la hermana mayor. A sus 33 años es una navegante experimentada. “Como capitana del equipo tengo que mantener el orden”, dice. Como su hermana  menor, no se dedica cien por ciento a las carreras náuticas. “Me dediqué hace dos años a navegar, competí con la armada de chile en Europa y también en Perú. Pero después decidí ejercer lo que estudié, ecoturismo”, señaló.

La última de las hermanas a bordo es Amelia, que tiene 32 y se desempeña como ingeniera comercial en una inmobiliaria en Viña del Mar. “Ha sido increíble participar con mis hermanas y con mis amigas. A pesar de que nos conocemos hace mucho tiempo, es una nueva experiencia navegar entre puras mujeres”, dice.

Ella es una de las responsables de este proyecto, ya que fue la que consiguió los auspiciadores. Las tres hermanas Zulueta saben que una tripulación integrada sólo por mujeres genera curiosidad, pero ellas la toman con calma. “Sentimos a la par y nunca hemos sentido que vamos a ser menos”, señala Antonia Zulueta.