Las secuelas que puede dejar un golpe grave en la cabeza
Problemas de habla, movilidad y daño cognitivo son algunos de los riesgos de un traumatismo severo en la cabeza, como el sufrido por el estudiante Rodrigo Avilés.

La rehabilitación temprana es clave después de un golpe grave en la cabeza, como el que sufrió el estudiante Rodrigo Avilés, según Jaime Fuentes, neurocirujano de Clínica Bicentenario. El experto explica que desde que el paciente ingresa a la UCI, se toman medidas preventivas y se realiza un trabajo con kinesiólogo para la movilidad de las extremidades y la prevención de escaras. Cuando despierta, se trabaja con fonoaudiología y terapia ocupacional para recuperar el habla y la movilidad.
El daño cognitivo final es difícil de evaluar, agrega, porque se necesita más tiempo. Por lo general se toma un mes después de que el paciente despertó del coma para tener una idea de las secuelas.
Cuando se produce una lesión en la cabeza, como la que sufrió Rodrigo Avilés, el cerebro se inflama como respuesta al daño que recibió, explica.
En estos casos, una de las primeras medidas para ayudar a la recuperación es el coma inducido, un tratamiento que incluye la administración de medicamentos que llevan al paciente a un estado de coma para que el cerebro, estando al mínimo de sus requerimientos, se pueda recuperar. “Cuando tiene un trauma faltan muchos elementos, sangre, oxígeno en distintos lugares. Si tienes un motor funcionando a toda máquina estás gastando más combustibles y te va a faltar. En un coma inducido, se baja el funcionamiento del cerebro al mínimo entonces ocupa menos combustible. Se protege al cerebro que no está dañado y se puede salvar esa parte del órgano”, dice Fuentes.
Según la magnitud del trauma, explica el especialista, cada persona tiene su propia respuesta inflamatoria a ese daño. Algunas son muy intensas y otras no tanto, por lo que el tratamiento es individualizado. El tiempo de duración del estado de coma se define caso a caso, según el daño.
Cuando el coma inducido y los medicamentos específicos no logran controlar la inflamación del cerebro, se realiza una cirugía llamada craniectomía, en la que se saca una parte del cráneo para que el cerebro se pueda expandir y disminuya la presión intracraneal. “Hay que pensar que el cráneo es una caja y el cerebro está dentro de él. Si la presión es alta se realiza una ventana en el hueso, se saca una porción grande. Al no tener hueso, el cerebro, a través del cuero cabelludo, puede hincharse y no comprime el cerebro que aun está sano”, explica el neurocirujano.
Tras la estabilización, que pueden ser días o semanas, se repone el hueso o un implante.
Según Fuentes, “todo el tratamiento del traumatismo grave busca evitar que el cerebro que originalmente no estaba daño por el trauma, se dañe producto de la inflamación y el deterioro que ocurre en los días siguientes del trauma”.
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