Las urgencias que se transforman en esperas

Demoras de más de siete horas. Padres agotados, algunos hastiados y muchos niños enfermos. Ese fue el panorama que La Tercera encontró tras realizar un recorrido por diversas clínicas de Santiago y regiones, con el fin de constatar la realidad de las unidades pediátricas de urgencia del sector privado.




Son las 23.00 del jueves  30 de junio. En la sala de espera de urgencias pediátricas de Clínica Dávila, en la comuna de Recoleta, Rut Beltrán aguarda junto a su hija y su nieta. Dice que ha estado allí desde las 15.00. "Llevamos más de siete horas esperando. Mi nieta tiene dos meses y está con mucha tos, ahora se le estaban hundiendo las costillas. Nos dijeron que teníamos que esperar 18 horas y eso es mucho, porque los niños se agravan. Pero hay que esperar, no queda otra", dice resignada.

La misma noche, a las 21.00, la sala de espera del Hospital Clínico de Niños de Viña del Mar está repleta. Claudia Jeria no puede disimular su cansancio y molestia, luego de aguardar casi cuatro horas por la atención de su hija de nueve años, quien padece una rinofaringitis. "Una hora tuve que esperar sólo para registrarla", reclama. Al interior, el panorama es complejo: padres buscando otra urgencia y reclamando en el mesón, mientras otros, simplemente, se han quedado dormidos.

A la misma hora, en el servicio de urgencias de la Clínica Biobío de Talcahuano, informan a los pacientes desde el mesón que la espera será de dos horas. "Lo traje a la clínica porque pensé que iba a ser más expedita la atención, pero no fue así", dice Pamela Araya, quien espera junto a su hijo de siete años, quien tiene dificultad para respirar.

En la Indisa, en Providencia, a las 11.00 del jueves, a María José le informaron que el tiempo de espera para su hijo de ocho meses era de tres horas. "Despertó con vómito y fiebre y me da miedo que se deshidrate. Me dieron de referencia al paciente anterior, que esperó tres horas y que tenía que hacerme el ánimo. Ya llevo una hora y media aquí", contó.

Son los efectos de la mayor circulación de virus a lo largo del país y el alza en los contagios, principalmente, de los niños menores de cuatro años, cuya demanda asistencial lleva a duplicar y triplicar las esperas en el sector privado.

Así lo constató La Tercera, tras realizar un recorrido por las clínicas Las Condes, Alemana, Indisa, Dávila, Santa María y Red UC Christus en Santiago, además de del centro Biobío en Talcahuano, y Reñaca y Hospital de Niños, en Viña del Mar. En todos los mesones de recepción de las urgencias se entregaron los mismos casos: un menor de dos años con fiebre y vómitos, y un menor de la misma edad con un golpe en la cabeza, para recibir información respecto al tiempo de espera. Se realizaron tres visitas a los recintos: la noche del miércoles  y del  jueves, además de la mañana de ese mismo día, cerca de las 10.00.

En la clínica Alemana durante la mañana no había demora, y el peak llegó a dos horas, la noche del miércoles. La misma espera tenía Las Condes en la misma jornada, descendiendo a 45 minutos la mañana siguiente.

En el centro Marcoleta de la Red UC, la noche del miércoles se informó dos horas de espera en la urgencia, plazo que bajó en 30 minutos la siguiente jornada, a las 21.00.

En la urgencia de Indisa se indicó demoras de  seis horas en la mañana del jueves y de tres a cuatro horas a contar de las 20.00. La clínica Santa María marcó un peak de cuatro horas de espera el miércoles.

El caso más crítico se registró en  la Clínica Dávila, donde se indicó un tiempo estimado de diez a 18 horas de espera para ser atendidos por un médico.

Cabe señalar que la información de las esperas fue recopilada en el mesón de recepción de cada servicio de emergencia, por lo que el plazo real para cada persona puede variar, dependiendo de la primera evaluación -o Triage- que realiza una enfermera para determinar si se trata de una urgencia real o de cuadros menos severos, que tendrán que aguardar más tiempo.

Ana María Albornoz, gerente general de Clínicas de Chile, dijo que "en los servicios de urgencia los tiempos de espera dependen de la gravedad de cada paciente, lo que se mide bajo el sistema Triage. Así, las personas con patologías más complejas son atendidas con rapidez. Puede haber situaciones particulares, pero de ninguna manera es lo normal". Añadió, además, que "en esta época del año es usual que haya un aumento de la cantidad de pacientes en las urgencias producto de enfermedades respiratorias, pero las clínicas tienen la capacidad de reconvertir recursos y destinar el personal necesario para atender la mayor demanda".

Viviana Sotomayor,  epidemióloga de la Subsecretaría de Salud Pública, señaló que "estamos con un alza importante en la cantidad de pacientes atendidos tanto en el sistema público como en el privado, por un aumento en los virus respiratorios, especialmente del sincicial, que afecta en su mayoría a niños pequeños, menores de cinco años".

Sobre los tiempos de espera, Clínica Dávila señaló que "estamos monitoreando minuto a minuto la cantidad de pacientes que requieren atención en nuestro servicio de urgencia, implementando las medidas que estén en nuestras manos para dar respuesta a esta gran cantidad de pacientes. Como ejemplo, hemos habilitado horas pediátricas extra en nuestro centro médico".

Clínica Indisa, por su parte, dijo que se optó por "reconvertir camas de adultos para la atención infantil y ampliar la capacidad de camas críticas infantiles". También explicaron que, debido a que la clínica acepta a niños graves traslados desde otros centros, los cupos se agotan rápidamente. "Para enfrentar esta situación, se sumaron ocho boxes de urgencia y se reforzó con pediatras las horas de más demanda".

Clínica Santa María aclaró que el tiempo  de espera "varía según el día y hora de consulta, pero que en promedio alcanza dos horas, plazos que pueden aumentar en invierno, debido a la mayor demanda de atención por el peak de enfermedades respiratorias". Se añadió que "no obstante, una enfermera especializada en Triage, antes de 30 minutos, categoriza el estado de cada paciente para definir la prioridad".

Ricardo Rabagliati, director del Hospital Clínico de la Red de Salud UC, explicó las medidas que  han tomado para enfrentar la mayor demanda pediátrica. "Hemos organizado los procesos de atención dentro de urgencias, basado en la flexibilidad de los boxes y asegurando el buen funcionamientos del sistema Triage (...) Por otra parte, optimizamos las comunicaciones entre el Servicio de Urgencia y los de hospitalización pediátrica, habilitando áreas según demanda y garantizando la calidad de atención y cuidado de los niños enfermos."

En la Clínica Alemana afirman que sus intervalos de atención de urgencia no superan las dos horas. "Esto se debe a una plan de trabajo abordado por el equipo a cargo de la urgencia, que ha adoptado distintas formas de gestión para reducir los tiempos de atención, ya sea con mayor número de médicos para consultas o aumentando los box, entre otras medidas".

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