Los Globos de Oro le cierran la puerta a Ricky Gervais

La Asociación de la Prensa Extranjera dijo que el conductor de la ceremonia "fue muy lejos" con su rutina.




"Esta será una noche de juerga y alcohol, lo que para Charlie Sheen es el desayuno". "Yo no he visto The Tourist, pero me han dicho que ha habido sobornos", son algunas de las frases que se despachó Ricky Gervais durante la conducción de los Globos de Oro y que al parecer, le cerraron las puertas definitivamente para un posible regreso.

El comediante inglés, dueño de una lengua filosa y una ironía que en Hollywood es mal vista, disparó sin temor a varias de las vacas sagradas de Hollywood mientras conducía la ceremonia. Una de las más fuertes fue sobre la citada cinta de Angelina Jolie, que tuvo pésima crítica y pese a esto, obtuvo tres nominaciones ("Es el hazmerreir de Hollywood", la definió el diario El País). También se rió despiadadamente de las protagonistas de Sex & the city, a quienes trató de viejas al mencionar que las había visto en un episodio de Bonanza.

En vista de estos comentarios, los que el propio Gervais había advertido antes de la ceremonia de que serían subidos de tono, ahora respondió la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (quienes organizan los Globos de Oro), diciendo que "fue demasiado lejos en sus bromas y representantes de algunos actores llamaron para quejarse", explicaron. Como corresponde a una ocasión como esta, la crítica al actor fue en un contexto de corrección política, donde alabaron su trabajo pese a que su propia elección supondría un "materal escandaloso", como lo dice el comunicado.

Pese a que el protagonista de la serie The office le bajó el tono al asunto diciendo que el ambiente en el backstage había sido "genial", sus propios dichos previos daban cuenta de lo que se traía entre manos: "Estoy acabado, kaputt" (sobre el hecho de volver a conducir la ceremonia).

En concreto, Gervais pudo elegir a los presentadores en función del libreto, dando prioridad a quienes podía aludir con humor y que tuvieran sentido del humor. Fue el caso de Bruce Willis, a quien presentó como el papá de Ashton Kutcher, por estar casado con su ex- Demi Moore y ser muy menor que ella. Aunque por lejos, la rutina más desmadrada de Gervais fue cuando aludió al octogenario dueño de Playboy, Hugh Hefner, y su posible vida sexual con su jovencísima esposa.

La medida de que no a todos les gustó el humor del inglés, fue dejado claro por Tom Hanks, quien presentó uno de los premios junto a su compañero en Toy story 3, Tim Allen. Al subir al escenario, dijo que "este tipo antes era gordito y gracioso. Ahora no es ninguna de las dos". Se sabe que a Hollywood le gusta reírse de sí misma, pero si es con algodones, mejor.

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