Los SMS cumplen un cuarto de siglo y, aunque debilitados por el tsunami del chat generado por Whatsapp y otras aplicaciones, resisten todavía tras haber cambiado el modo de comunicarse de miles de millones de personas.

El primer SMS de la historia lo envió el ingeniero de Vodafone Neil Papworth en el Reino Unido el 3 de diciembre de 1992. "Merry Christmas", "Feliz Navidad", era el contenido del texto enviado desde su computadora al celular de un colega de su red GSM.

SMS significa "short messange service" (servicio de mensajería breve) y fue inventado en 1985 junto con el sistema de comunicaciones móviles GSM.

La idea era lanzar un servicio de buscapersonas: "Nadie tenía idea de las proporciones que alcanzaría el fenómeno", cuenta en su sitio Papworth.

El primer SMS entre dos teléfonos celulares fue en 1993, con el experimento de un pasante de Nokia, el finlandés Riku Pihkonen. La tecnología tardaría un poco más en prender, pero en el término de pocos años los SMS se volvieron masivos.

El boom llegaría a fines de los 90, junto con el de los teléfonos celulares en la mano de los usuarios más jóvenes, y en 2007 por primera vez los mensajes intercambiados cada mes superaron a los llamados telefónicos.

Como el SMS es una cadena alfanumérica que no supera los 140 caracteres, con ese límite nacieron también algunas de sus derivaciones: especialmente los 140 caracteres de la red social Twitter, ahora duplicada a 280.

Precisamente esta limitación a la extensión de los mensajes generó toda una nueva forma de comunicarse, a partir de las más variadas abreviaturas, que ayudaron a crear una nueva jerga juvenil del SMS.

La llegada de los smartphones y las aplicaciones, sin embargo, cambiaría todo: los chats comenzaron a canibalizar a los SMS, aunque no lo lograron del todo. Cambian la forma y el medio, pero los mensajes digitales son más importantes que nunca.

Sean SMS o chat en las redes sociales, según una investigación encargada por Facebook en ocasión del cuarto de siglo de los "short message service", el 80 por ciento de los adultos y el 91 por ciento de los adolescentes del globo intercambia mensajes a diario.