<b>Mi libro recomendado:</b> Genes y comportamiento
El economista de la Universidad de Chile, David Bravo, reflexiona sobre el rol de las políticas públicas en Chile a propósito del libro del psiquiatra infantil inglés Michael Rutter.
La discusión sobre cómo la genética determina la conducta de las personas y la participación de los individuos en el mercado laboral ha llenado las páginas de cientos de libros de sicología. Sin embargo, el libro Genes and Behavior (Genes y Comportamiento), del psiquiatra infantil inglés Michael Rutter, abre un nuevo campo de discusión para analizar la influencia de la naturaleza en la conducta humana.
"Por largo tiempo ha existido una discusión entre quienes sostienen que son las influencias genéticas las que determinan la conducta de las personas y la de quienes sostienen que esta última está determinada por el ambiente. En este altamente recomendable y accesible libro, Michael Rutter resume e integra la evidencia científica disponible que demuestra por qué esta dicotomía no es válida", afirma el director del Centro de Microdatos del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, David Bravo.
POLITICAS PUBLICAS
El economista y experto en temáticas laborales recuerda que por un tiempo importante varios autores han sostenido que las habilidades cognitivas de los niños (tal como son medidos en las pruebas Simce, por ejemplo) están determinadas genéticamente y tienen gran influencia en los resultados que se observan posteriormente en el mercado laboral (empleabilidad e ingresos). "¿Qué rol tienen, entonces, aquí las políticas públicas? Si es que no es posible cambiar un aspecto tan relevante (las habilidades), sólo quedará la opción de hacer transferencias de ingresos a quienes sean indigentes en el futuro", reflexiona el académico.
Añade que este determinismo genético "está afortunadamente fuera de lugar" y Rutter muestra cómo el efecto de los genes está fuertemente mediado por el ambiente. Y sostiene que también es cierto que conductas que usualmente se definen como determinadas por el ambiente social (como la conducta criminal) también tienen componentes genéticos.
Según el economista, esta evidencia es de una gran importancia para la educación. "Hoy sabemos que tan importantes como las habilidades cognitivas de los niños son las socioemocionales (aspectos como la motivación, la autorregulación, la perseverancia, etcétera) y que ambas pueden ser afectadas tempranamente por la familia, el ambiente socioeconómico y las políticas públicas", afirma Bravo, quien estudió Ingeniería Comercial en la Universidad Católica y tiene un doctorado en Economía en Harvard.
"Si consideramos que en los primeros años de vida se forja parte importante de la desigualdad de la sociedad, las prioridades debieran estar en esta primera etapa, aunque los niños menores de cinco años no puedan hacer por sí mismos sus manifestaciones en las calles", concluye.N
LA FICHA
Genes and Behavior, de Michael Rutter tiene 296 páginas. Blackwell Publishing, 2006. US$ 24,77 en amazon.
QUIEN ES DAVID BRAVO
Economista y Director del Centro de Microdatos, del Departamento de Economía de la Universidad de Chile. Investigador afiliado al Population Studies Center de la Universidad de Pensilvania.
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