Miku: "Valdivia tendría que jugar con Venezuela"
Vivía casado con el gol en el Rayo Vallecano hasta que un percance muscular se la truncó el sábado. Es Miku (Caracas, Venezuela, 1985), una de las amenazas de Chile en el partido del 29 de marzo de clasificación para el Mundial 2018.
Nicolás Lasdislao Fedor Flores, Miku, es un delantero que va a cumplir una década con la vinotinto desde que debutó en 2006. A los 30 años, recorrió medio mundo. Jugó hasta en Qatar hace dos años, pero, antes de que fuese tarde, regresó al fútbol español, donde hoy es un hombre feliz. “Mi familia come de lo que gano en el Rayo, pero jugar con Venezuela no se paga con dinero”, explica en su conversación con El Deportivo, donde admira a Chile, a Pizzi y se decanta por Valdivia.
A los 30 años, ha vuelto a casarse con el gol. ¿Le piensa hacer alguno a Chile con Venezuela?
No conozco esa respuesta, pero tengo la sensación de que a mi edad todavía me quedan muchos goles por marcar, muchos partidos por ganar y el de Chile podría ser uno de ellos. Llevamos cuatro resultados negativos y eso no es normal para una generación como la nuestra. Necesitamos cambiarlo. Podemos hacerlo.
Chile es campeona de América.
Sí, lo sé, pero no pasa nada. Nunca dejará de ser un partido normal. No conozco partido sin dificultad. Hoy en día, todos los equipos del mundo tienen grandes futbolistas y Chile es un ejemplo más.
¿Y Venezuela?
Bueno, nos falta tener grandes jugadores en los mejores equipos del mundo, no los hemos tenido nunca y nos los tenemos ahora. Nunca fue fácil para el futbolista venezolano. Algún día llegará.
¿Y por qué ese hombre no puede ser usted?
Mi edad ya no es muy alentadora. He cumplido 30 años y los clubes grandes fichan futbolistas que puedan aprovechar por más tiempo. Uno o dos años de diferencia es mucho en una profesión como la nuestra. Hace años podía pensar de otra manera, pero ahora he de ser realista.
¿Se arrepiente entonces de cómo ha pasado el tiempo?
No, nunca. A los 15 años, llegué a las categorías inferiores del Valencia. Fui una excepción. No era normal en un venezolano y yo lo conseguí. Conseguí, incluso, debutar con el primer equipo del Valencia. Y después no le tengo nada que reprochar al fútbol. Me ha cambiado la vida. Me ha permitido conocer culturas distintas y a los 30 años, a una edad, como la mía, me permitió regresar a una Liga como la española.
¿Encontró su media naranja en el Rayo Vallecano?
Mi media naranja es el fútbol, el hecho de ser futbolista, de despertarme cada día para ir a jugar al fútbol, de cuidarme para ejercer la profesión que más me gusta o de que me paguen por hacer esto. Siempre decimos los futbolistas que somos unos privilegiados, pero es que no podemos decir otra cosa.
¿Jugar con Venezuela también es un privilegio?
Sí, claro. Jugar con tu país es lo más grande que le puede pasar a uno, porque consolida muchos años de sacrificio, eso es algo que no se paga con dinero, eso es un sueño cumplido. Mire, le puedo decir que en mi infancia había dos prioridades, una emigrar a Europa y otra jugar con la selección y he cumplido las dos.
¿Qué clase de niño era Miku?
El mismo que ahora. No hay gran diferencia. Sentía un respeto por el trabajo enorme, admiraba todo lo que significaba al fútbol y, como todos los niños del mundo, tenía amigos que querían ser futbolistas. Hoy, yo soy uno de los pocos que lo ha logrado.
¿Qué le diferencia a usted de Alexis?
La edad, por ejemplo.
En esta conversación ya ha incidido varias veces en la edad. ¿Tan disconforme está con su edad?
No, no, pero usted me ha preguntado qué es lo que me diferencia de Alexis y una de las cosas es ésa, la veteranía. La otra es que yo nunca tuve la oportunidad de jugar en un grande como él en el Barcelona. Mi trayecto fue diferente. Vine a los 15 años a Valencia, pero luego tuve que marchar a otros sitios.
Siempre en busca del gol. El actual DT de Chile, Pizzi, también fue un goleador. ¿Eso es una ventaja para un equipo?
Sí, Pizzi tiene que ser una ventaja forzosamente. Chile ha hecho bien. Me consta que hizo un gran trabajo en Valencia. Luego, se marchó a México e hizo lo mismo. Hay gente que se lo merece y Pizzi es de ésos. Nunca trabajé con él, pero sé lo que ha hecho.
Chile tiene miedo de que no sepa administrar la herencia de Sampaoli.
Yo no lo creo. También parecía que se iban a resentir cuando se marchó Bielsa y ya hemos visto lo que pasó, campeones de America. Cuando hay un bloque, cuando hay unos futbolistas que son capaces de desatascar partidos igualados, y Chile los tiene. Cuando hay todo eso yo siempre sería optimista.
¿Qué futbolistas, aparte de Vidal y Alexis, envidia usted de Chile?
Uff, hay tanto… La madera de líder de Bravo…. Valdivia es un futbolista que me encanta y que nació en Venezuela, precisamente. Tenía que jugar con nosotros (risas), porque ve pases milimetricos donde no los hay. También me gusta Isla y siempre hablo de Marcelo Díaz, que le da mucho control al equipo y permite descolgarse a Vidal. Juega mucho más a gusto a su lado.
¿Siente usted envidia entonces?
No, no, para nada. La envidia nunca fue buena y no te lleva a ningún lado.
¿Qué le falta a Venezuela para ganar una Copa de América?
Podemos hacerlo, podemos estar ahí. En 2011 ya estuvimos tan cerca, en la semifinal ante Paraguay nos anularon un gol legal y tiramos tres palos. Demostramos que podíamos hacerlo y vamos a seguir haciéndolo, porque es así. En el fútbol puede pasar todo. Chile lo ha demostrado. Ha ganado la última Copa de América frente a Argentina en la final.
¿En su discurso Venezuela se iguala a Chile, incluso a Brasil o a Argentina?
No, porque no puedo ir en contra de la tradición. Cuando los europeos van a Sudamérica a buscar a un futbolista van antes a esos países que usted ha dicho que a Venezuela. Luego, si logras pasar a Europa, a nosotros siempre cuesta más que nos reconozcan. Pero a veces lo conseguimos. Yo lo he conseguido.
Hay buenos delanteros chilenos como Diego Rubio en Valladolid o Pineda en Cordoba que apenas juegan en España. ¿Tan caro está el gol allá?
El gol siempre ha estado en caro en cualquier sitio. Por eso se paga más que nada. Pero esto no pasa sólo en España, sino en Chile, en Venezuela, en cualquier parte, y hay momentos en los que los goles no salen. Yo mismo he pasado por muchas situaciones en Europa.
A los 15 años, se marchó de Venezuela. ¿Qué vinculación le une hoy al país?
Bueno, mi mama vive acá, en Valencia, pero allá está mi papa, mis tíos, mis amigos de la infancia.
¿Y qué le dicen de la Venezuela actual en la que se viven tiempos tan difíciles?
Que necesitamos la ayuda de Dios para volver a ser la tierra que hemos sido siempre. Nosotros siempre tuvimos el turismo, un país espléndido que si se conoce se ama para siempre. Pero necesitamos superar ese mal momento.
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