Minera Escondida, en el marco de su Plan de Relaciones Comunitarias, está desarrollando desde el año 2006 un conjunto de proyectos cuyo  principal objetivo es contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la región de Antofagasta.

Con el desafío de celebrar los 200 años de vida republicana se realiza la iniciativa, cuya inversión social y de infraestructura cubre áreas de salud, vivienda, educación, deporte, turismo e integración.

Se espera que el proyecto esté beneficiando a diez mil personas, sin embargo, las iniciativas deportivas y turísticas llegarán a toda la población de Antofagasta, pujante región donde se asienta Minera Escondida desde hace dieciocho años. Los proyectos, muchos de ellos ya en ejecución, contemplan la potabilización de agua rural, erradicación de campamentos, más y mejor infraestructura escolar, lectura y aprendizaje.

Diego Hernández, presidente del directorio de Minera Escondida, dijo que "si bien el país vive un complejo escenario económico-financiero, nosotros lo tomamos como una oportunidad de progresar e invertir en las personas, y Minera Escondida mantiene el compromiso de entregar más calidad de vida, más lugares de encuentro, más herramientas de gestión y más sustentabilidad a los habitantes de la región de Antofagasta".

La inversión destinada a las iniciativas asciende a un monto aproximado de 61,5 millones de dólares, de los cuales la empresa aporta el 56%.

Esta labor se enmarca en un modelo de gestión comunitaria, construido a partir de un proceso de diálogo social, detección de  necesidades, expectativas y recursos con los que cuenta la comunidad, y el desarrollo de alianzas público - privadas de inversión social. Dicha estrategia es parte de la carta de valores de la empresa y en ella participan grupos de voluntariado.