La agencia Moody's rebajó un escalón, de Baa2 a Baa3, la calificación de la deuda de la petrolera española Repsol por el impacto de la expropiación del 51% de su participación en la argentina YPF, aunque mantiene la perspectiva estable.

Moody's señala hoy, en un comunicado, que la rebaja de la calificación, que supone un aprobado bajo y la deja a un paso del bono basura, refleja el impacto de esta expropiación por parte del Gobierno argentino en el perfil crediticio y de negocio de la petrolera.

En 2011, recuerda la calificadora, YPF representó aproximadamente un tercio de las reservas probadas de Repsol y casi la mitad de su producción de hidrocarburos.

Moody's reconoce el conjunto de acciones que planteó Repsol como respuesta a esta expropiación (revisión del dividendo, canje de preferentes o venta de autocartera) aunque advierte de los riesgos que puede llevar su puesta en marcha.

De un lado más positivo, y más allá de YPF, la agencia apunta al potencial de proyectos de exploración y producción ("upstream") de Repsol y a la expansión de la capacidad de refinería en España.

Asimismo, considera "satisfactoria" la posición de liquidez de Repsol para los próximos 12 meses.

El pasado viernes, la agencia de calificación crediticia Fitch también rebajó de BBB a BBB- con perspectiva negativa la deuda a largo plazo de Repsol.