Opinión: La Inspiración eterna

Han sido días de lutos artísticos. En la música popular, en la TV, en el cine y ahora en la danza. Aunque su figura no arrastrara masas, en el mundo de la cultura el nombre de Pina Bausch es insoslayable. Su legado renovador, con esa compleja tipología llamada danza-teatro y con su manera desgarradora de mostrar los miedos, vicios y frustraciones de la sociedad de fin de siglo, la pusieron en un lugar privilegiado dentro del mundo artístico.
No se puede decir que fue el único hito del siglo XX, pues antes estuvieron Isadora Duncan, Martha Graham, Mary Wigman, Merce Cunningham, Emile Dalcroze y Kurt Jooss, entre otros. Sin embargo, ella encarnaba la transgresión y el rupturismo. Su visión fue siempre crítica y, por lo mismo, algunas de sus obras provocaron encontradas reacciones: la ópera danzada Ifigenia en Táuride fue incomprendida al principio por poco convencional, pero más tarde sería aplaudida.
Bausch, esa figura delgada, distante, que sostenía un eterno cigarrillo, poseía una mirada descarnada de la existencia humana, ahondando en la tristeza, en la melancolía, que ya había dejado de manifiesto en su emblemática Café Müller (1978), donde por primera vez conjugó música, voz y sonidos disímiles (la risa, por ejemplo). Su estilo, ya al mando del Tanztheater, fue claro y reconocible: espectáculos no lineales (acciones escénicas simultáneas) en los que recuperó el movimiento libre, la gestualidad cotidiana, la música ecléctica. Un collage de diversas disciplinas. Un teatro total.
Como buen mito, la prensa internacional cataloga, erróneamente, a algunas coreógrafas como "la nueva Pina Bausch". Le pasó a Sasha Waltz, que nos visitó para Santiago a Mil, por ejemplo. Y es que la influencia de Bausch se siente en una generación de coreógrafos europeos, mientras en Chile ha tenido una fuerte expositora en Magaly Rivano. Pero suman y siguen. Por convertir el escenario en un recipiente multidisciplinario y también en un espejo social, su figura debiera seguir siendo fuente de inspiración y ejemplo de danza.
* Crítica de ópera y danza de La Tercera.
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